Moscú calificó de blasfemia la decisión de Letonia de declarar el 9 de mayo como el Día de las Víctimas de la Agresión Rusa ya que en Rusia y la mayoría de las antiguas repúblicas soviéticas se celebra como el Día de la Victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi, declaró la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova.

 

Maria Zajarova 4

María Zajárova

 

"La decisión blasfema de los parlamentarios letones está sujeta a la resuelta condena de todas las fuerzas sensatas, no solo en Rusia, sino en todo el mundo. También puede describirse como un intento de humillar a la comunidad de habla rusa que vive en Letonia, que atesora el recuerdo de las hazañas de los héroes antifascistas", dice el comunicado.

La vocera considera que "al mismo tiempo, este acto legislativo no sorprende, ya que el régimen gobernante en Letonia es bien conocido desde hace mucho tiempo por sus preferencias neonazis y sus intentos de encubrir las atrocidades de los secuaces de la Alemania nazi".

"Al igual que Riga encubre de todas las formas posibles los crímenes del régimen de Kiev contra los civiles en Ucrania y Donbás", destacó.

Moscú, agregó, está convencida "de que la historia pondrá todo en su lugar".

Rusia anunció el 24 de febrero el lanzamiento de una "operación militar especial" en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al "genocidio" por parte de Kiev.

Las dos repúblicas denunciaron que Ucrania incrementó los bombardeos desde mediados de febrero contra Donbás tras recibir armas de Estados Unidos y otros países de la OTAN.

El Ministerio de Defensa ruso aseguró que los ataques no van dirigidos contra ciudades ucranianas ni ponen en peligro a la población civil, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.

Del 24 de febrero al 7 de abril, las hostilidades en Ucrania causaron la muerte de al menos 1.626 civiles y dejaron heridos a otros 2.267, pero el balance real es mucho más alto, según la ONU. La mayoría de estas víctimas civiles, entre las que hay 132 niños muertos y 157 heridos, son resultado de ataques aéreos y de artillería.

Numerosos países condenaron la operación militar rusa y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales que buscan infligirle a la economía rusa el mayor daño posible, en un intento de presionar a Moscú para que ponga fin a las hostilidades.

Muchos países de la UE anunciaron la expulsión de diplomáticos rusos, mientras que Letonia rebajó el nivel de las relaciones diplomáticas con Moscú tras declarar persona non grata al embajador de Rusia.

 

Con información de Sputnik