Lucía Barrios

Muchos creen que el conflicto en Ucrania está lejos y que más allá de las consecuencias económicas a causa de las sanciones a Rusia, Latinoamérica no es parte de esta situación. Pero eso no es cierto.

 

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A través de presiones monetarias, sanciones, préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la asistencia policial o militar, muchos gobiernos latinoamericanos son presionados por EE. UU. para que se enfrenten a Rusia.

"EE. UU. presiona a los países latinoamericanos para que se posicionen en contra de Rusia. Es una práctica tradicional de Washington. Y ante la gravísima situación del conflicto en Ucrania, EE. UU. ha redoblado su presión contra Latinoamérica", dijo a la Agencia Sputnik el politólogo argentino, doctorado en la Universidad de Harvard, Atilio Borón.

El analista, quien también es sociólogo, profesor de la Universidad de Buenos Aires e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), señaló que hay un "inusual activismo" de parte de los funcionarios del Departamento de Estado y de las embajadas de EE. UU. en varias capitales latinoamericanas urgiendo a los gobiernos a acompañar la posición de Washington en contra de Rusia, como fue en la Asamblea General de Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La Asamblea General de la ONU aprobó el pasado 7 de abril la suspensión de Rusia del Consejo de DDHH de la organización con 93 votos a favor, 24 en contra y 58 abstenciones.

EEUU y sus aliados impulsaron la medida en relación con las supuestas atrocidades en la ciudad ucraniana de Bucha, que Rusia califica de "montaje" y "provocación".

Rusia lanzó el 24 de febrero una "operación militar especial" en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como estados soberanos, necesitan ayuda frente al "genocidio" por parte de Kiev.

Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según el presidente Vladímir Putin, es "la desmilitarización y la desnazificación" de Ucrania.

Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.

¿FUE EXITOSO?

Borón se preguntó si las presiones de Washington sobre América Latina realmente resultaron exitosas para los países de la región que se opusieran a Rusia ante ONU o en el G20.

"Si bien no obtuvo los resultados deseados porque cuando uno mira lo que sucedió, de los 33 países de la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), aproximadamente la mitad no acompañaron la iniciativa de EE. UU., algunos oponiéndose y otros absteniéndose", agregó.

Consideró que lo que fue un "desplante" para EE. UU. es que inicialmente Washington quería que los gobiernos a los que había presionado, entre ellos los de América Latina, pero también algunos de Europa y África, propusieran de la expulsión de Rusia del consejo de seguridad.

"Lo que habría sido un despropósito gigantesco y habría puesto fin al sistema de Naciones Unidas", señaló Borón.

Dijo que EEUU consiguió suspender a Rusia, pero advirtió que hay un "problema de información muy serio", ya que el documento de la ONU "es muy vago".

"Algunos dicen que esta suspensión solamente sucede cuando se discute el tema de las operaciones militares de Rusia en Ucrania, otros dicen que es una suspensión hasta el informe definitivo. Hay un margen de variedad en la documentación que sale de la ONU. Hablé con varios investigadores y ninguno pudo decirme si está expulsión temporaria afecta a todos los temas que trate el consejo o Rusia va a ser expulsada de la discusión en Ucrania", afirmó.

En todos los casos, es una "medida inadmisible" porque no hubo un informe oficial de ONU sobre lo ocurrido en Bucha, por lo que hay una "situación insólita, basándose solo en lo que dice la prensa occidental, que está sometida a una férrea censura, se ha procedido a suspender un miembro del consejo de derechos humanos y eso habla muy mal de la institución", advirtió.

PUGNA PARA SACAR A RUSIA DEL G20

Borón señaló que también existieron presiones para que los países de la región que integran el G20 (Argentina, Brasil y México) dejaran de invitar al presidente Vladímir Putin a próximas cumbres de la agrupación, pero estos las resistieron.

El miércoles, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, afirmó que Putin no debía participar de las cumbres del G20.

Días atrás, Washington había anunciado que no planea boicotear las reuniones del grupo, pero no participará de las reuniones ministeriales a las que asista Rusia.

La 17.ª Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del G20 se celebrará los días 15 y 16 de noviembre en Bali (Indonesia).

A principios de marzo, Biden dijo que Rusia debería ser eliminada del G20 y señaló que el asunto se discutió durante la última reunión de la OTAN.

También propuso permitir que Ucrania participe en las reuniones del grupo.

LOS MÉTODOS

Borón también se refirió a los tipos de presiones que realiza EE. UU. sobre los países latinoamericanos.

"Depende mucho de los países, porque algunos pueden tener una cierta vulnerabilidad cuando se los presiona desde el punto de vista económico. Países como Honduras, que acompañó la propuesta de EE. UU., tienen un talón de Aquiles tremendo porque sobreviven en buena medida con las remesas que le envían sus ciudadanos que están radicados en EE. UU. y eso coloca al Gobierno hondureño de extrema vulnerabilidad", agregó.

Las remesas familiares que recibió Honduras entre enero y el 9 de diciembre del 2021 se elevaron un 28,9 por ciento respecto al mismo lapso de 2020, llegando a los 6.854,7 millones de dólares, según informó el Banco Central del país.

Otros países no pueden negarse por el lado de la asistencia militar o policial, el caso de Colombia es "muy decisivo", agregó Borón.

Colombia es el único país latinoamericano que es socio estratégico de la OTAN, por lo que mantiene cooperación en ciberseguridad, seguridad marítima y lucha contra el terrorismo, así como combate al crimen organizado, seguridad humana y fortalecimiento de las fuerzas armadas colombianas.

Por otro lado, Argentina es "muy vulnerable" por la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) "que requiere del voto aprobatorio del Tesoro de EE. UU. así que hay una diversidad de medidas que puede recurrir Washington para influenciar a otros países", afirmó Borón.

El directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) ratificó el 26 de marzo la aprobación de un programa de Facilidades Extendidas con el Gobierno argentino de dos años y medio de duración para refinanciar un préstamo de 44.000 millones de dólares contraído por la gestión precedente de Mauricio Macri (2015-2019).

El Gobierno de EE. UU. determina la política de América Latina por medio de las deudas que mantienen los países con el Fondo Monetario Internacional (FMI) debido a que Washington tiene el mayor poder de veto dentro del organismo, dijo en febrero a la Agencia Sputnik el sociólogo colombiano Javier Calderón Castillo, investigador de la Universidad de Buenos Aires.

 

Con información de Sputnik