Los heraldos negros del ejército israelí y todas sus fuerzas militares han causado a la fecha en Gaza: más de 33.100 gazatíes muertos: 9.560 mujeres y 14.500 niños, según datos del Ministerio de Sanidad, controlado por Hamás. Además, hay 7.000 cuerpos bajo los escombros y más de 75.800 palestinos heridos.
¿Qué excusa, tesis, concepción geopolítica, avala semejante masacre sobre la que se esperó que llegara a cifras espeluznantes de caídos para ensayar condenas y protestas tibias? El crimen es crimen, y la vocación asesina, ya sabemos de qué lado está.
¿Protestó firmemente nuestra Cancillería o discurrió por los flojos derroteros del lenguaje ambiguo, genuflexo con los del norte que vetan de todo y en nombre de una pretextada “superioridad” israelí?
El Consejo de Seguridad de NN. UU. solicitó un alto al fuego inmediato en Gaza, semanas atrás, todo el mundo supo del delicado tema, menos las fuerzas militares israelíes que prosiguieron su plan letal de exterminio genocida.
¿Quién en el mundo puede afirmar que los casi 15 mil niños muertos eran una “amenaza” militar o civil para nadie? Las casi 25,000 toneladas de explosivos (el equivalente a dos bombas nucleares), municiones no guiadas y otros artefactos, han producido sus efectos mortíferos.
Fiel a mi credo de solidaridad con todos los pueblos y clases oprimidas del mundo, condeno, aunque sea una voz que clama en el desierto, el genocidio militar de Israel en Gaza.
La respuesta israelí a Irán, además de militar, puede ser —también— un distractivo para que el mundo atenúe el horror causado por sus tropas de exterminio en Gaza ante la opinión mundial.
La “solidaridad” de que goza Israel, fundamentalmente de Estados Unidos, le provee de un respaldo que arrastra a Europa y a algunos Estados de medio oriente que miran hacia los costados y se hacen los bobos por los desvaríos de Netanyahu y su cogollo letal.
¿Qué han dicho o expresado en Perú las fuerzas políticas? No pocas tienen magníficos contactos, viajes y negocios con empresas o firmas israelíes y su conveniente mudez obedece a estas circunstancias.
Actuar y asesinar como lo están haciendo en la Franja de Gaza las huestes militares israelíes no tiene ninguna clase de atenuantes, las cifras exhiben el horror de miles de caídos inermes, infantes, mujeres, jóvenes gazatíes.
¿Qué propaganda, control de daños o declaración, todas mañosas, maquillará estos hechos de sangre? Si el holocausto fue en nombre de una supuesta superioridad racial y cultural contra los judíos, es pertinente preguntarse ¿si no estamos ante una versión remozada, igual de horrenda, pero entre primos hermanos?
Francesca Albanese, relatora especial sobre la situación de los derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados desde 1967 declaró ante la 55 sesión del Consejo de Derechos Humanos de NN. UU. en Ginebra, cuyos vibrantes y esenciales ecos, reproducimos literalmente.
“En las dos primeras semanas, Israel impidió que entrara en Gaza toda la ayuda humanitaria, y en los meses siguientes ha impuesto restricciones extremas al agua, los alimentos, la electricidad y el combustible”.
La experta también se refirió a imágenes publicadas por parte de soldados israelíes “en las que se jactan de sus asesinatos de familias, madres, niños, del bombardeo de hogares, mezquitas y escuelas” y vídeos que “les muestran burlándose sádicamente y humillando a sus víctimas palestinas”.
“Y el hecho de que altos cargos israelíes con autoridad de mando pidieran regularmente a sus soldados que aniquilaran a la población de Gaza constituye "una prueba irrefutable de incitación explícita y pública a cometer genocidio”.
“La potencia ocupante no distingue entre civiles y combatientes ni entre infraestructuras civiles y objetivos militares legítimos. Israel ha calificado a toda la población civil de Gaza de “escudos humanos” o “cómplices de los terroristas”, señaló Albanese.
“Durante más de 76 años, este proceso ha oprimido a los palestinos como pueblo de todas las formas imaginables, aplastando su derecho inalienable a la autodeterminación demográfica, económica, territorial, cultural y política”, dijo Albanese, añadiendo que la “amnesia colonial de Occidente ha condonado el proyecto colonial de Israel”.
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