Miles de familias gazatíes huyen de Rafah tras recibir órdenes de evacuación de las autoridades israelíes en medio de los cobardes ataques del régimen genocida de Israel, que busca despojar a toda Palestina de sus tierras y yacimientos de gas y petróleo.
Noticias ONU ha recogido varios de sus testimonios: “Todo ha desaparecido”, afirma un anciano palestino cuya familia ha sido asesinada, su casa destruida y al que solo le queda un bastón como toda posesión. “Estoy harto de la vida”, dice otro palestino que también tuvo que abandonar su hogar.
Desplazamiento tras desplazamiento. Así se describe la realidad a la que se enfrentan un sin número de familias palestinas de Gaza que tomaron la calle Rashid desde Rafah hasta el centro de la Franja de Gaza, tras recibir el lunes órdenes de evacuación de las autoridades israelíes para trasladarse a Al Mawasi, una zona costera del enclave asediado.
Varados, con sus casas destruidas, sus seres queridos asesinados y desplazados en reiteradas ocasiones en sus tierras, habían buscado refugio en Rafah, en el extremo sur de la Franja, para huir de la muerte y la destrucción y encontrar un lugar seguro que no existe.
Ziad Taleb, de Noticias ONU, que se encuentra en la Franja, habló con varios palestinos que hicieron el viaje.
Sobhi Massoud, gazatí que perdió a todos sus hijos y fue desplazado en múltiples ocasiones desde que comenzó la guerra en Gaza.
Cada hora somos desplazados
Sobhi Massoud compartió su confusión ante los nuevos acontecimientos. Este anciano ha sido desplazado varias veces después de que todos sus hijos fueran asesinados y sus propiedades destruidas en el campo de Jabalia. Finalmente acabó en la ciudad de Rafah, declarada zona segura por las autoridades israelíes.
Pero su sufrimiento no terminó allí. “Todos los días nos desplazan. Cada hora nos desplazan”, dijo.
Abu Kamal al-Yaziji fue desplazado de la ciudad de Gaza a Rafah y ahora busca refugio en la zona de Al Mawasi, en el centro de Gaza.
Explicó que se había visto obligado a huir de nuevo a la zona de Al-Mawasi, que carece de las necesidades más básicas. Señaló el bastón en el que se apoyaba.
“Todo ha desaparecido”, dijo Massoud. “Esto es lo único que me queda. Ni siquiera encuentro un colchón para dormir”.
Situación sin precedentes
Abu Kamal al-Yaziji, desplazado de la ciudad de Gaza, en el norte, dijo que lo que estaba ocurriendo en el enclave no tenía precedentes.
Dirigiendo su voz a las autoridades israelíes, dijo que “esto no es una operación de autodefensa; lo que están haciendo es venganza”.
Añadió que si hubiera tenido la oportunidad de vender su propiedad, aunque fuera por la mitad de su valor para enviar a sus hijos y nietos fuera de Gaza, lo habría hecho para asegurar su futuro.
“Estoy harto de la vida. No hay vida en Gaza”, afirmó. “Gaza no tiene futuro. La gente de Gaza nunca ha visto tanto sufrimiento. Lo que está ocurriendo ahora es algo que nunca hemos visto ni sentido ni volveremos a ver en nuestras vidas.”
Mohammed Salah Rajab fue desplazado varias veces de la ciudad de Gaza y ahora busca refugio en Deir Al-Balah, en el centro de Gaza.
Gaza sólo tiene a Dios
El viaje del joven Mohammed Salah Rajab comenzó en el barrio de Zeitoun, luego a casa de su hermana en Jan Yunis y después a la zona de Hay al-Salam en Rafah.
Tras los bombardeos de los últimos días e informar a los residentes de la necesidad de evacuar, se refugió en Deir Al-Balah, que es una zona adyacente a Al-Mawasi.
“No sabemos cuál es nuestro destino”, dijo Rajab. “Esperábamos que se llegara a un acuerdo de alto el fuego y que iríamos a la ciudad de Gaza, pero ha ocurrido lo contrario. Sólo Dios sabe lo que nos ocurrirá”.
El joven gazatí esperaba que su voz llegara al mundo exterior.
“Gaza no tiene nada más que a Dios”, dijo.
Con información de la ONU
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