Acogida e inserción de los inmigrantes
Por José Carlos García Fajardo (*)
La acogida de los inmigrantes por parte de la sociedad española ha sido positiva y, en general, ausente de conflictos. Más de cuatro millones de inmigrantes se han instalado en España, han encontrado trabajo, han podido enviar dinero a sus lugares de origen, como antes lo habían hecho los emigrantes españoles en Europa ayudando al desarrollo espectacular de nuestro país. Han podido traer a sus familiares y, sobre todo, han podido educar a sus hijos en el modelo público, obligatorio y gratuito de la enseñanza en España. Se han insertado en la Seguridad Social, contribuyendo a subsanar el déficit demográfico, gozan de las pensiones comunes a todos los españoles y podrán participar de la Ley de Dependencia que va a crear más puestos de trabajo con personas mayores, enfermas o discapacitadas, y a disfrutar de sus beneficios directos. Los inmigrantes, pero lo que es más importante, la sociedad española, han asumido que los necesitamos, que nos ayudan a cubrir puestos de trabajo, a mantener nuestro sistema de pensiones, contribuyen a nuestro desarrollo económico y social de los cuales ellos mismos se benefician; forman parte de nuestras fuerzas armadas, de nuestra universidad, de nuestros espacios de arte, descanso e investigación y están presentes en todas las profesiones.