Por Amy Goodman
La Corte Suprema de Estados Unidos anunció esta semana tres fallos históricos, dictaminados por cinco votos a favor y cuatro en contra. Con el primero, se revocó una parte sustancial de la Ley de Derecho al Voto, lo cual habilita a que en estados del sur se sancionen leyes electorales retrógradas que pueden privar del derecho al voto a la creciente cantidad de votantes de color. Los otros dos fallos dejaron sin efecto la Ley federal de Defensa del Matrimonio, conocida como Ley DOMA, una parodia legal que en el derecho federal definía el matrimonio como válido únicamente entre un hombre y una mujer; y la Proposición 8 de California, que prohibía el matrimonio entre personas del mismo sexo. Para quienes luchan por la igualdad y los derechos civiles, estos tres fallos constituyen una brutal derrota y dos contundentes victorias.