Por Ana Carbajosa, Jerusalén


El esquema de conducta rutinario del Ejército en los territorios ocupados no diferencia entre mayores y menores de edad, dicen los militares que se han atrevido a romper el silencio.


El joven D. ha pasado como la mayoría de los israelíes tres años en el Ejército. A diferencia del resto, llegó un momento en el que decidió desertar porque no le gustaba lo que veía ni lo que se veía obligado hacer. Pasó por la cárcel y ahora se plantea dejar por escrito las experiencias que le marcaron como soldado y que no se puede quitar de la cabeza. Puede que las que más le ronden sean las de los niños. Las de los soldados que pegan y abusan de los niños, a menudo víctimas de los excesos del Ejército de ocupación. Su experiencia y la de otros soldados que han decidido hablar, las publica Breaking the Silence, la organización israelí que aspira a romper el silencio que rodea a los crímenes y excesos que cometen los jóvenes soldados en un país en el que la mili es obligatoria y que se siente en guerra permanente.

Egipto rechazó un reciente pedido de Estados Unidos para que detenga un barco iraní que trasladaba armamentos para Siria, según un reporte del periódico egipcio Al-Ahram.

De acuerdo con el informe, el teniente general Mohab Mamish, presidente de la Autoridad del Canal de Suez, manifestó que la Armada de Egipto se negó a detener el barco e inspeccionar la carga mientras cruzaba el canal.