Sinceramente causa envidia ver cómo la Venezuela de antaño, vitrina de frivolidad y pobreza superior al 70%, viene derrotando victoriosa las lacras del capitalismo y se enrumba imparable a convertirse en una gran potencia industrial, tecnológica y militar en la región. Posible únicamente con un mandatario como el Presidente Hugo Chávez, paradigma de honestidad y profundo amor a su patria y la humanidad, quien ha recuperado soberanía sobre sus recursos económicos estratégicos y soberanía también en lo político y económico. Mientras Venezuela amplia sus relaciones con potencias como Rusia, China, Bielorrusia e Irán y se integra a Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia, Uuruguay, Cuba, Nicaragua, nosotros en Perú tenemos un Presidente que busca tratados de libre comercio con economías imperialistas y decadentes como Alemania, Portugal y se suma a la alianza imperialista del Pacífico con Chile, Colombia y México, menoscabando la integración regional. Venezuela hoy por hoy es la esperanza de los pueblos de nuestra región y otras regiones del planeta.