94 de cada 100 niños nacidos de madres con vih que siguieron tratamiento, no presentan la infección

Gestantes deben someterse a prueba del VIH para evitar que su hijo adquiera la infección.

Con el tratamiento y atención oportuna, la prevención de la transmisión del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) de una madre gestante seropositiva a su hijo que está por nacer, llega a alcanzar el 98% de posibilidades de que el niño no padezca dicho virus, informó la Estrategia Sanitaria Nacional de Prevención y Control de ITS VIH/SIDA del Ministerio de Salud (Minsa).

 

Ante ello, el Minsa recomienda a toda mujer gestante, someterse a una prueba voluntaria de detección del VIH en cualquier centro de salud y de tener resultado positivo al VIH, recibir tratamiento gratuito y reducir la posibilidad de transmitir la enfermedad a su hijo.
 
La estrategia para prevenir la transmisión vertical consiste primero, en la toma de la prueba rápida o de Elisa para el del VIH entre las gestantes que acuden al control prenatal, para el diagnóstico temprano y de ser resultado positivo, la intervención profiláctica correspondiente.

Posteriormente la gestante con diagnostico VIH positivo debe ser atendida en un parto por cesárea, denominado cesárea con membranas amnióticas integras, la cual evita el contacto del recién nacido con la sangre de la madre.

Al nacer el niño, se suspende la lactancia materna, para brindar durante 6 meses sucedáneos de leche materna.

Es importante señalar que el niño debe recibir atención y seguimiento en el establecimiento de salud durante 18 meses, en los cuales se le prescribe un tratamiento profiláctico para evitar la transmisión del VIH. Para confirmar el buen estado de salud del niño y tras realizar todos los procedimientos, se realiza al niño una prueba de descarte del VIH. Si los resultados salen negativos se puede decir que el niño no tiene VIH.

Cabe precisar que aún cuando al momento de su nacimiento, la prueba resulte negativa, igual se procede a darle el tratamiento médico de forma gratuita.