Más de cuatro mil notificaciones de reacciones adversas a los medicamentos se reportaron en el 2010
Tenga cuidado y evite automedicarse.
Son sospechas reportadas desde los establecimientos de salud, al Sistema Peruano de Farmacovigilancia, que conduce la Digemid.
Según la OMS las Reacciones Adversas a los Medicamentos (RAM) figuran entre las diez principales causas de muerte en todo el mundo.
Un total de 4,600 notificaciones de sospechas de reacciones adversas a los medicamentos (efecto no deseado tras la administración de un medicamento), se registraron en el 2010, informó la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid), tras advertir que entre los principales daños que motivaron estos reporten están los dolores de cabeza, mareos, alergias (ronchas y pruritos en la piel), edema o hinchazón de algunas zonas de cuerpo, entre otras.
Explicó que las notificaciones de Reacciones Adversas a los Medicamentos (RAM) de estas sospechas, que son enviadas desde las Direcciones de Salud (Disa) y Direcciones Regionales de Salud (Diresa), así como de Laboratorios Farmacéuticos, son recibidas al Sistema Peruano de Farmacovigilancia, que conduce la Digemid como institución del Ministerio de Salud (Minsa).
“Estos datos son evaluados por un equipo de especialistas que determinan una posible causalidad entre la RAM y el medicamento, luego establecen su gravedad (leve, moderada o severa), entre otros factores de evaluación”, dijo el Químico Farmacéutico Pedro Yarasca Purilla.
El experto afirmó que los reportes de sospecha de reacciones adversas a los medicamentos sirve también para que la Digemid adopte las acciones correctivas para proteger la salud de los pacientes, como el cambio en las indicaciones y precauciones de cada fármaco autorizado, para advertir al consumidor. En algunos casos “hasta se ha procedido con la suspensión del registro sanitario del medicamento”, anotó.
Labor de Digemid
La farmacovigilancia se ocupa de la detección, evaluación, comprensión y prevención de los eventos adversos o cualquier otro posible problema relacionado a medicamentos, señaló Yarasca. “Estamos atentos al nivel y cantidad de RAM por medicamento para tomar decisiones acertadas que no se altere el beneficio/riesgo de los medicamentos, del mismo modo, revisamos constantemente información a escala mundial sobre seguridad de medicamentos”, explicó.
El funcionario dijo que entre los productos farmacéuticos que se evaluaron por causar reacciones adversas durante al año pasado, se encuentran principalmente los antibióticos, analgésicos, así como antiinflamatorios, entre otros.
Yarasca explicó que si bien los profesionales de salud son quienes están en mejores condiciones para informar cuando hay sospecha de reacciones adversas, como parte de la atención que prestan habitualmente a sus pacientes, también los pacientes pueden informar a su médico tratante o algún profesional de la salud alguna sospecha de RAM a través de las Disas y Diresas del Minsa.
Recomendaciones para evitar las RAM
El especialista destacó que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la mayoría de reacciones adversas a los medicamentos pueden ser prevenibles o tratarlas hasta minimizar el riesgo.
“Se sabe que el gasto para la atención de una RAM puede inclusive superar el costo del tratamiento de la primera enfermedad”, refirió.
Es así que el especialista recomendó a la población, para asegurar un tratamiento farmacológico sin contratiempos, evitar automedicarse; seguir con la dosificación prescrita por el médico; cumplir con todo el tratamiento farmacológico dado por el especialista; comunicar a su médico tratante si presenta alguna reacción adversa por el uso del medicamentos; e informar a su médico tratante si está tomando otros medicamentos que no requieren receta médica.
Por otro lado, se recuerda a todos los profesionales de la salud la importancia de notificar todas las sospechas de reacciones adversas al Sistema Peruano de Farmacovigilancia, ya que contar con información sobre la seguridad de los medicamentos permitirá asumir acciones en nuestro país para el control y la minimización de los riesgos relacionados con su uso.