Fumar altera presión arterial y ritmo cardiaco por 20 minutos

Atención a los fumadores. Especialistas del Ministerio de Salud (Minsa) aseguran que sólo 20 minutos después dejar el cigarrillo la presión arterial y el ritmo cardiaco del fumador tienden a normalizarse. Además este bienestar está acompañado por un mejor estado de ánimo.

 

“Si la persona no vuelve a fumar otro cigarrillo, ocho horas después sentirá que los niveles de nicotina  y monóxido de carbono se reducen a la mitad y el de oxígeno se aproxima al normal”, dijo Dr. Rogger Torres, miembro del equipo técnico de la Dirección de Promoción de la Salud de este sector.

El médico agregó que si la abstinencia dura dos días se vuelve a desarrollar con normalidad las terminaciones nerviosas del gusto y el olfato. Al tercer día sin cigarrillo el fumador respirará con más facilidad, por tanto se cansará menos. Al normalizar su capacidad pulmonar, la persona tendrá la sensación de bienestar, se reducirá la tos molesta y persistente.

“Si está decidido a dejar de fumar es necesario evitar exponerse al humo de cigarrillo de las personas que fuman a su alrededor, así su presión sanguínea recuperará sus valores normales. No basta con la buena voluntad para dejar esta adicción es necesario acompañarla con el tratamiento que le indique su médico”, recomendó Torres Lao.

Finalmente la persistencia tendrá su recompensa, entre los tres y seis meses de tratamiento, el fumador incrementará su capacidad a resistir a las infecciones y resfriados. En este tiempo se consolida la conducta no fumadora.

El especialista afirma que el fumador volverá a tener una piel brillante y dientes más limpios.

Estado emocional

El Dr. Carlos Ordoñez, jefe del departamento de Adicciones del Hospital Hermilio Valdizan,  señaló que los fumadores pueden recaer en las primeras semanas, por tanto “no deben desanimarse esta recaída no es ningún fracaso”.


“Tan igual como la adicción a drogas ilegales, muchas veces dejar el tabaquismo está sujeto  a una fuerte carga familiar de conductas adictivas”, precisó el psiquiatra.

El síndrome

La abstinencia a la nicotina se presenta a través de la ansiedad, la irritabilidad, el apetito excesivo, la dificultad de concentración, el insomnio, el dolor de cabeza, el estreñimiento y el deseo de fumar.