Sentarse mucho tiempo aumenta el riesgo de embolia pulmonar

Realizar actividades que demandan sentarse por mucho tiempo puede aumentar el riesgo de presentar embolia pulmonar, indica un estudio publicado en la revista British Medical Journal.


Para las mujeres, estar sentadas por mucho tiempo aumenta en el doble el riesgo de presentar embolia pulmonar en comparación con las mujeres que realizan más actividad física.

El estudio analizó los hábitos de unas 70 mil enfermeras en los Estados Unidos por 18 años. Muchas de ellas estaban de pie durante sus horas de trabajo. Aquellas que permanecían más tiempo sentadas, por más de 41 horas a la semana, duplicaron el riesgo de padecer una embolia pulmonar.

Al tomar en cuenta otros factores de riesgo como la edad, la masa corporal, el hábito de fumar y las enfermedades, la correlación de riesgo se mantuvo. La actividad física y los ejercicios no mitigaron el efecto de sentarse muchas horas.

El estudio también mostró que el tiempo de permanencia sentado se relacionó con los males cardiacos y la hipertensión.

Los periodos prolongados de inactividad pueden ser uno de los mecanismos ocultos que relacionan los males arteriales con la enfermedad venosa, explicaron el doctor James Douketis, director de Medicina Vascular de la Universidad de MacMaster en Hamilton, Canadá, y Alfonso Iorio, del departamento de Epidemiología Clínica y Bioestadística de la misma casa de estudios, quienes agregaron que si los hallazgos son validados tendrán importantes consecuencias en la salud pública.

Señalaron que el estudio refuerza la noción de que la inactividad prolongada aumenta el riesgo de tromboembolia venosa y muestra cómo sucede en la vida diaria, por lo cual, en cuanto a nuestra actividad o inactividad habrá que seguir el antiguo proverbio griego “métron áriston” (la moderación es mejor).

 

La embolia pulmonar puede ser mortal y ocurre cuando un coágulo o parte de él viaja por la corriente sanguínea desde las venas profundas de las piernas hasta los pulmones. Los síntomas incluyen dificultad respiratoria, dolor en el pecho y tos.