Botiquines de invierno ayudan a prevenir complicación de males generados por frío, humedad y bajas temperaturas
Su contenido permite controlar fiebre, tos, congestión nasal, irritación de piel y malestar general.
De su adecuada implementación depende evitar que molestias desencadenen en infecciones, neumonías y ocasionar la muerte a consecuencia de ellas.
La implementación y uso adecuado de un botiquín de invierno pueden evitar complicaciones en enfermedades ocasionadas por el frío, la humedad, la lluvia y las bajas temperaturas generadas por el agudo invierno que se vive en nuestro país, afirmó el especialista de la Farmacia Institucional de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid), Aldo Álvarez Risco.
“La llegada del invierno y las bajas temperaturas que afectan a diversas zonas del país propician la aparición de resfriados, gripes y otros males que podrían complicarse con neumonías y hasta llevar a la muerte si es que no son tratadas a tiempo, por ello es necesario contar con un botiquín adecuadamente implementado que permita controlar los síntomas que no requieren atención médica”, explicó.
Álvarez detalló que estos síntomas son la fiebre, tos, mucosidad, congestión nasal, inflamación de la mucosa nasal o rinorrea, irritación de la garganta, lagrimeo de los ojos, malestar general o la aparición de grietas en la piel y cuarteaduras en labios como consecuencia del frío.
“Generalmente, nuestro organismo puede controlar estos trastornos lo que no implica que no sea necesario tratar los síntomas para disminuir el malestar que producen y evitar posibles complicaciones; para ello debemos contar con un botiquín de invierno, con medicamentos que serán administrados de manera responsable”, indicó.
Contenido
El especialista de la Farmacia Institucional de la Digemid recomendó consultar con un químico farmacéutico la manera apropiada de implementar un botiquín de invierno, para que incluya medicamentos para atender urgencias que no requieran atención médica y trastornos menores que se presentan en invierno así como fármacos prescritos para la atención de algún mal crónico que pueda padecer un miembro de la familia.
“Un botiquín de invierno debe contener antipiréticos para bajar la fiebre, analgésicos, para disminuir el malestar y el dolor muscular o de cabeza; descongestionantes nasales y otros medicamentos para el resfrío que no requieran receta médica, además de un termómetro para controlar los cambios de la temperatura corporal”, detalló.
Agregó que, si se considera necesario, el botiquín también puede contener hidratantes corporales y protectores labiales para protegerse del frío y evitar que el debilitamiento de la piel ocasione lesiones y permita el ingreso al organismo de agentes infecciosos.
Sin embargo, Álvarez advirtió que si los síntomas persisten, se presentan fiebres altas o dificultades para respirar, la persona debe ser trasladada de inmediato a un establecimiento de salud y consultar a un médico.
Recomendaciones
Para un adecuado uso del botiquín de invierno, el especialista recomendó consultar a un químico farmacéutico sobre la manera de utilizar los medicamentos con responsabilidad, verificar que cuenten con fecha de vencimiento vigente y conservarlos en sus empaques originales y con sus folletos insertos.
“Para mayor seguridad el botiquín de invierno debe ser una caja que cierre herméticamente pero se pueda abrir con facilidad en caso de emergencia, de fácil identificación que pese poco y estar ubicado en un lugar visible, seguro, fresco y seco que se encuentre lejos del alcance de los niños.