Recomiendan además ofrecerles tratamiento psicológico.
Es indispensable el apoyo familiar.
Para afrontar una enfermedad crónica como el cáncer, los pacientes deben de recibir tratamiento psicológico que los ayude a recuperar el equilibrio emocional pues de llegar a sufrir de depresión su sistema inmunitario se quebraría, advirtió el licenciado Fernando Alvarado Cirilo, jefe del Servicio de Psicología del Hospital San Bartolomé.
El psicólogo explicó que de no superar ese pensamiento catastrófico inicial, el estado de depresión, perjudicaría aún más el proceso de la enfermedad del paciente.
“Al recibir el diagnostico el impacto psicológico es negativo, el paciente se llena de desesperación al pensar que le acabará la vida, los sueños y se llena de frustración al no haber concluido lo planificado”, anotó.
Explicó que cuando el paciente empieza a visualizar los signos físicos de la enfermedad se produce llanto, falta de sueño e irritabilidad, que es necesario convertir en pensamientos constructivos.
“El apoyo emocional y compañía de la familia es el eje principal para la evolución favorable de las enfermedades crónicas. La comunicación con los miembros de la familia debe ser más sincera, afectuosa, incidiendo en señalar que el paciente no representa una carga para ellos”, puntualizó.
Recomendaciones
El psicólogo recomendó al paciente analizar su estilo de vida a fin de cambiar los hábitos y las costumbres sociales para mejorar su calidad de vida, lejos del tabaco, alcohol y sustancias psicoactivas.
“Al evaluar la rutina del paciente identificamos también la escala de gustos y prioridades.
Además creamos conciencia de la enfermedad para afrontarla mejor, establecemos confianza en el equipo multidisciplinario que lo atiende y aconsejamos ingresar a un grupo de autoayuda mutua, lo cual permitirá mejorar su estado de ánimo”, mencionó Alvarado.
La actividad social en estos pacientes es importante porque permitirá mejorar los niveles de comunicación e interacción. “Los invitamos a participar en grupos como club de amigos, grupo parroquial y reuniones familiares”, finalizó el psicólogo.