Hijos tienen un 50% de probabilidad de ser obeso si uno de sus padres lo es
Especialistas advierten su relación con la diabetes.
Malos hábitos, la falta de ejercicio o una dieta rica en grasas o azúcares son algunos de los factores.
Cuando uno de los padres es obeso, la probabilidad de que sus hijos lo sean aumenta en 50%, señaló el médico del Servicio de Endocrinología del Instituto Nacional de Salud del Niño, Carlos Manuel Del Águila Villar, debido a malos hábitos alimenticios, a su ritmo de vida y a factores genéticos.
“De hecho, existe entre los adolescentes 12% de prevalencia de sobrepeso. Se estima que los hijos tienen entre un 50% (si uno de los dos progenitores es obeso) y un 80% (si ambos lo son) de probabilidades de serlo también”, aseguró el especialista.
Agregó la necesidad de que la población identifique a la obesidad como una enfermedad y no un problema estético. “Existen ciertos genes que predisponen a este problema de salud pero si a ello se suman malos hábitos, la falta de ejercicio o una dieta rica en grasas o azúcares, el desarrollo de la obesidad es inevitable”.
“Los niños aprenden por imitación de todo lo que les rodea, en especial de la familia. Por tanto, los padres deben adoptar como primera medida identificar los errores que cometen en la dieta y el estilo de vida", precisó Del Águila.
Puerta a otros males
La obesidad supone al niño una puerta abierta a otros problemas de salud como la diabetes mellitus tipo 2, enfermedad crónica que dura toda la vida, donde la grasa interfiere con la capacidad del cuerpo de usarla como energía.
Así como la presencia de quistes en los ovarios, hipertensión, dislipidemias (triglicéridos y colesterol elevados), trastornos hepáticos como el hígado graso y obesidad en la vida adulta. Problemas psicológicos como baja autoestima y estigma social.
Recomendaciones
Del Águila recomienda a los padres de familia tener en cuenta ciertos criterios para determinar obesidad en sus hijos, ¨Cuando el perímetro abdominal es mayor o igual a 90 percentil, la cantidad de los triglicéridos supera a los 110 mg/dl y la presión arterial mayor o igual a 90 percentil, estamos frente un niño obeso”, manifestó el endocrinólogo pediatra.
El especialista señala que existen factores de riesgo como el bajo peso al nacer y los antecedentes familiares de obesidad, así como las alteraciones del sueño y las actividades sedentarias. “Esta enfermedad se presenta con mayor frecuencia en hijos únicos e incluso hijos adoptivos”, añadió.
“Es necesario controlar oportunamente la dieta de la madre gestante, así como el control de crecimiento y desarrollo del niño con un pediatra. Una buena forma de realizar actividad física y compartir tiempo con los hijos es que los padres jueguen al aire libre o practiquen algún deporte juntos”, sugirió.
El endocrinólogo señala la necesidad de diagnosticar y tratar oportunamente el sobrepeso, una tarea que involucra a la familia ya que deben cambiar los hábitos alimenticios y la rutina diaria.
Dieta
En cuanto a las dietas, el especialista dijo que no se puede prescribir un plan de alimentaciónbajo en calorías a niños menores de dos años pues se pone en riesgo su crecimiento. “Las calorías y proteínas aseguran su crecimiento, lo que es necesario es fomentar buenos hábitos de alimentación especialmente en los primeros cinco años de vida. A esto debe sumarse adecuada actividad física y horas de sueño”, puntualizó.