Especialistas mostraron diversas alternativas de platillos saludables.

Pensando en salud de niños, jóvenes, madres gestantes, adultos y adultos mayores.

La alimentación en los diversos grupos etáreos se diferencia por la cantidad y calidad de nutrientes que se deben ingerir en las diversas etapas de la vida, pues es necesario consumir productos alimenticios que permitan un buen desarrollo físico y mental de los niños y jóvenes, así como reforzar una buena salud en los adultos y ancianos.

 

Así lo sostuvo el nutricionista del Instituto Nacional de Salud (INS) del Ministerio de Salud (Minsa), César Domínguez, quien recomendó seleccionar alimentos cuyas propiedades contribuyan a formar una barrera protectora de enfermedades, sobre todo en la población más vulnerable como son niños, adolescentes, gestantes, adultos y adultos mayores.

“En el caso de los niños y adolescentes es importante consumir lácteos para su buen crecimiento y el desarrollo de los tejidos y huesos. Hasta antes de los 30 años es bueno alimentarse con lácteos y sus derivados porque pasada esta edad ya no se puede almacenar este producto en nuestros huesos”, afirmó el especialista.

En cuanto al consumo de azúcares por parte de adultos y mujeres embarazadas, aclaró que el máximo consumo durante el día debe de ser de cinco cucharaditas, ya que al sobrepasar esta medida se puede correr el riesgo de contraer enfermedades como la diabetes.

Por ello pidió incluir en la dieta habitual en todas las edades productos alimenticios como frutas que deben ser consumidas de 2 a 5 raciones diarias, cereales, tubérculos y leguminosas de 6 a 11 raciones, verduras 2 a 6 raciones, lácteos y derivados 2 a 4 raciones, carnes, pescados y huevos de 1 a 3 raciones, aceites y grasas, así como azúcares de manera moderada.

Aconsejó además ingerir naranja, papaya, mandarina, piña, fresa y tomate que contienen vitamina C en forma entera pero advirtió que no se debe dejar cortados o pelados estos productos alimenticios porque pierden sus propiedades nutritivas.

Igualmente recomendó a las personas adultas alimentarse con hígado, lácteos, huevo, zanahoria, camote, vegetales de hojas verdes como la espinaca y acelgas que cuentan con la vitamina A, que ayudan a crear barreras naturales contra las infecciones como por ejemplo la mucosa de los bronquios.

Indicó que es importante nutrirse con vitamina E, que se encuentra en los cereales de grano entero como pan, arroz y pasta integrales, vegetales de hoja verde, aceites de oliva, y frutos secos que son productos que aumentan la respuesta inmunitaria y previenen problemas cardiovasculares.

Por último, aconsejó el consumo de alimentos de origen animal en especial vísceras como hígado, riñón, molleja, sangrecita y carnes rojas que son ricos en hierro, elemento necesario para la proliferación y maduración de las células inmunitarias. De igual forma, mariscos, legumbres, frutos secos, cereales integrales, carnes, pescados, huevos y lácteos que contienen Selenio.