Severos problemas de conducta en contra de personas en el colegio o en el hogar, mentiras frecuentes, crueldad con animales o destrucción de la propiedad privada son algunos de los rasgos en la niñez que pueden representar un problema de psicopatía en una persona cuando llega a la juventud o adultez.
LA Dra. Cecilia Eguiguren Li, directora del Hospital Víctor Larco Herrera, especializado en salud mental; precisó que si bien esos rasgos no son determinantes para señalar con certeza que se está frente a una persona psicopática, los padres deben estar alerta si los observan en sus hijos.
“El psicópata se caracteriza por la falta de expresión de afectos y de empatía con el prójimo, no le afecta el dolor ajeno, guarda rencor por cualquier motivo: una pelea o discusión con familiar o con amigos para dar muestra de una conducta agresiva sin medir las consecuencias”, señala la especialista.
Agregó que los individuos con personalidad psicopática en ocasiones tienen una mala interpretación del trato que consideran se les debe dar porque creen que se merecen todo y que todo es primero para ellos.
“Muchas veces esta conducta se forma cuando los padres optan por los extremos en la formación de sus hijos o hijas: o son muy rígidos, castigadores y privan de cosas con ellos/as, o son muy permisivos, sobreprotectores y satisfacen todos los caprichos”, mencionó.
Eguiguren Li recomendó a los padres de familia evitar estas situaciones extremas y mantener la autoridad como padre o madre, con premios o sanciones para los hijos/as cuando realmente se merecen premio o castigo.
“Si se porta bien o cumple con sus deberes es bueno recompensar su esfuerzo y conducta, por el contrario, si hace algo que amerita sanción los padres deben ser firmes y hacerles saber que cuando las cosas no se hacen de manera correcta hay consecuencias. En ningún caso se debe recurrir a la violencia”, sentenció.
Dijo que si los padres sienten que no puede manejar la situación deben acudir todos (los padres y el hijo o hija) a un especialista en salud mental para recibir la ayuda necesaria.