El efecto beneficioso se obtiene con una ingesta diaria de 130 g
20 de noviembre de 2013.- La Comisión Europea ha publicado un nuevo Reglamento (UE) nº 1018/2013 de 23 de octubre de 2013 que modifica el Reglamento (UE) nº 432/2012, por el que se establece una lista de declaraciones autorizadas de propiedades saludables de los alimentos distintas de las relativas a la reducción del riesgo de enfermedad y al desarrollo y la salud de los niños.
En este sentido, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) recoge en dicho reglamento una evaluación favorable para la declaración de propiedades saludables relativa al efecto de los hidratos de carbono en el mantenimiento de las funciones cerebrales, aunque indicando como condiciones de uso apropiadas de dicha declaración mencionar junto a ésta que "una ingesta diaria de 130 g de hidratos de carbono glucémicos cubre las necesidades de glucosa del cerebro".
Esta declaración supone un hito porque servirá para comunicar la excelencia de nuestros productos de panadería que cumplan con los requisitos de la opinión de la EFSA al consumidor. A partir de ahora se podrá indicar en la etiqueta de los productos informando al consumidor de que el efecto beneficioso se obtiene tomando esa cantidad de hidratos de carbono de todas las fuentes.
Esta declaración podrá utilizarse en alimentos que contengan un mínimo de 20 g de hidratos de carbono que sean metabolizados por los seres humanos, excepto los polialcoholes, por porción cuantificada y que sean conformes con las declaraciones de propiedades nutritivas "BAJO CONTENIDO DE AZÚCAR" o "SIN AZÚCARES AÑADIDOS".
Para Beatriz Navia, portavoz científica de la campaña 'Pan cada día', esta alegación está más que justificada puesto que los hidratos de carbono son la fuente de energía más importante para el organismo y son parte imprescindible de una alimentación sana y equilibrada. De hecho, una alimentación óptima debe contener más de un 45% de la energía diaria en forma de carbohidratos, tal y como han señalado la EFSA (45-60% de la energía ingerida a lo largo del día debe proceder de los hidratos de carbono) y la OMS/FAO (55-75% de la energía total diaria).
En este sentido, si consideramos que una dieta de un adulto puede contener unas 2.000-2.500 kilocalorías, considerando un 45% de esa cantidad, y que 1g de hidratos de carbono aporta 4 kcal según el Reglamento 1169/2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor, un adulto debería ingerir unos 225-280 g de carbohidratos al día.