Cerca del Día Mundial de Lucha contra el VIH/SIDA es importante aprender algunos conceptos sobre esta enfermedad.
El VIH se trasmite por contacto sexual con una persona infectada, es la causa principal de contagio. Por trasmisión de madre a hijo; los bebés nacidos de madres infectadas pueden infectarse con el VIH antes o durante el nacimiento o a través de la lactancia. Por recibir transfusiones con sangre contaminada.
La Prueba es la única manera de saber con certeza si se está infectado, aún después de una actividad que se considera de bajo riesgo para la transmisión del VIH. Además, si se está infectado con alguna otra enfermedad de transmisión sexual, es mejor hacerse una prueba para diagnosticar el VIH.
Para las mujeres que planean quedar embarazadas, la prueba es aún más importante. La prueba del VIH más común utiliza la sangre para detectar la infección del VIH; los resultados de algunas de las pruebas toma varios días, pero la prueba rápida del VIH le puede dar los resultados en solo 30 minutos de forma confidencial y segura.
VIH no es sinónimo de SIDA. Con frecuencia se piensa que VIH y SIDA son sinónimos. Tener VIH no quiere decir que se tiene SIDA. El estar infectado con el VIH no significa que vaya a desarrollar la enfermedad. Se puede permanecer sin síntomas por mucho tiempo. Es importante resaltar que con el avance de los nuevos tratamientos se puede vivir saludablemente con el VIH toda la vida. El SIDA es la etapa avanzada de la infección por VIH con presencia de síntomas que se producen cuando el sistema inmunitario se deteriora y deja de funcionar en forma eficaz, se desarrollan enfermedades llamadas oportunistas.
El VIH no se trasmite por compartir cubiertos, vajilla, vasos, alimentos, ropa personal, sábanas, toallas, lavado de ropa en la lavadora, abrazos y besos, retirada de contenedores higiénicos por personal de limpieza, en la peluquería, podólogo, mordeduras de gatos, animales de personas infectadas, saliva, sudor y lágrimas, picaduras de insectos, por el aire.
El estigma exacerbado por el miedo a contraer el VIH propicia la discriminación que viola la dignidad y los derechos fundamentales de quienes se encuentran afectados por el virus, al negar, restringir o suspender los derechos que tiene todo ser humano. La discriminación aleja de los servicios de salud a las personas infectadas por el VIH, aumenta el aislamiento y el sufrimiento de las personas que viven con el VIH/SIDA.
Se estima que en 2012, 35.3 millones de personas vivían con el VIH en el mundo, 2.3 millones de personas se infectaron con el VIH y 1.6 millones de personas murieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida
EL VIH/SIDA en el Mundo. El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) informa de que las nuevas infecciones por el VIH han aumentado en Europa oriental y en Asia central en un 13 por ciento desde 2006, mientras que en Oriente Medio y el norte de África se han duplicado desde 2001.
En muchos casos, ese avance se ha debido a la falta de acceso a servicios esenciales relacionados con el VIH. Con frecuencia, las poblaciones clave —como los hombres que tienen relaciones homosexuales, los usuarios de drogas, las personas transgénero y las trabajadoras sexuales— no pueden acceder a servicios vitales.
En el Perú, las estimaciones de ONUSIDA a diciembre de 2012 indican que existen 76,000 personas viviendo con VIH en el país. El Ministerio de Salud realizó en 2012 en forma gratuita 945, 384 pruebas rápidas para el diagnóstico de VIH en 2012, y al primer semestre 2013 se han realizado 479, 068 pruebas. A diciembre de 2012, el Estado a través de establecimientos de salud del Ministerio de Salud, EsSalud, ONG, Fuerzas Armadas y Policiales, ofrece tratamiento antirretroviral gratuito a 26,785 adultos y 717 niños en todo el país.
El Ministerio de Salud cuenta en el territorio nacional con 96 establecimientos de salud que brindan tratamiento antirretroviral. Desde el inicio del tratamiento antirretroviral se ha logrado reducir en más del 50 por ciento el número de defunciones por SIDA.
El VIH en el embarazo. Una mujer que es VIH positivo puede llevar al contagio del virus a su bebé durante el embarazo, nacimiento o lactancia. Sin tratamiento, su bebé tiene un 25 por ciento de posibilidades de resultar infectado.
Sin embargo, puedes reducir el riesgo de contagio al bebé a menos de un 1 por ciento si obtiene un tratamiento adecuado durante el embarazo.