Las zonas más afectadas son los pies, las uñas y el pliegue inguinal, señala especialista del SISOL
Uno de los problemas más frecuentes en el verano es la aparición de hongos, usualmente en la piel y uñas. Especialistas del SISOL señalan que esta época del año la incidencia de casos se triplica debido a un mayor contacto con el agua y frecuente sudoración por el aumento de la temperatura y humedad en el ambiente.
Comúnmente se presentan los llamados “dermatofitos” o “tiñas”, una infección superficial por hongos de la piel, pelos y uñas, que se trasmite por contacto directo al tocar a una persona o mascotas infectadas y también al contactarse con los hongos que suelen ubicarse en superficies húmedas como suelo de los baños, piscinas o gimnasios.
La doctora Angélica Contreras, dermatóloga del SISOL de Mirones, sostuvo que en los meses de verano el número de casos se eleva en un 200 por ciento, siendo los pies, las uñas de los pies, y la zona del pliegue inguinal (entre pierna) las más afectadas.
Añadió que en invierno la población atendida por problemas de hongos en el servicio de dermatología representa entre el 10 y 15%, cifra que se eleva hasta en más del 50% en verano, sobre todo en jóvenes y adultos de 20 a 40 años.
Dijo que en la mayoría de casos el tratamiento es simple en base a cremas y pastillas, pero en personas con patologías de fondo como diabetes tienden a sobreinfectarse con bacterias, por lo que el tratamiento requiere más tiempo. En las uñas, el tratamiento dura de seis a diez meses, mientras que en el resto de la piel entre dos o tres semanas
Asimismo, es aconsejable hacer limpieza y depilación de la zona afectada, y limar y cortar las uñas infectadas para facilitar la acción de los antimicóticos (medicamentos).
En las tiñas del cuero cabelludo, la barba o zonas velludas, se recomienda lavar con champús, sulfato de selenio, o aplicar lociones con sulfato de zinc, cobre, o potasio si la zona afectada está muy inflamada.
Para evitar el contagio de hongos, la especialista recomendó no caminar descalzo en ambientes extraños, sobre todo en piscinas, saunas o en duchas públicas, usar sus propias toallas o sandalias de baño, y una buena higiene personal.
Si usted o algún miembro de su familia padece de pie de atleta, evite caminar descalzo por las alfombras o los pisos de la casa, secar bien el cuerpo después de la ducha, especialmente entre los dedos de los pies, las axilas, y pliegues cutáneos.
También se sugiere usar ropas íntimas de algodón, evitar las fibras sintéticas (nylon), no usar por mucho tiempo mallas ni ropas mojadas.