La proliferación de las palomas se ha vuelto un peligro para la salud de las personas porque trasmiten múltiples enfermedades infecciosas que pueden tener consecuencias fatales como daño pulmonar, neumonías, hepatitis, afección cerebral, e incluso la muerte. Además, malogran el ornato de la ciudad.
Ana María Navarro, coordinadora nacional de la Estrategia de Zoonosis del Minsa, señaló que “las palomas son un vector para la trasmisión de muchas enfermedades. Sus plumas, sus excrementos, entre otros agentes de estas aves, trasmiten hongos, bacterias y parásitos”, y los más afectados son los grupos vulnerables: los niños, ancianos, personas infectadas con VIH, enfermos de cáncer y diabetes debido a que sus defensas están disminuidas.
Explicó que el mayor peligro lo constituye el contacto directo con los excrementos y la inhalación de los mismos en forma de polvo microscópico. “El excremento puede encontrar condiciones para que se desarrollen protozoarios, hongos, bacterias, clamideas o virus”.
La especialista indicó que se tiene reportes de más de 40 enfermedades transmisibles entre las que se encuentran la salmonelosis, colibacilosis, criptococosis, histoplasmosis. Además, son portadoras de ectoparásitos como piojos, garrapatas. Estas zoonosis pueden provocar neumonía, severo daño pulmonar, hepatitis y algún tipo de afección cerebral como la encefalopatía.
Las personas afectadas por este tipo de enfermedades pueden presentar fiebre, escalofríos, sudoración, mialgias, anorexia. En cuadros digestivos se manifiesta por vómitos, enterocolitis, dolor de cabeza, debilidad, y presentar infecciones muy graves acompañadas con deshidratación.
Recomendaciones
Navarro sostuvo que una medida importante para controlar la proliferación de estas aves es disminuir la disponibilidad del alimento, ya sea evitar darles comida en los parques o limitar su acceso a desperdicios.
“Las autoridades locales deben emitir ordenanzas y promover la coordinación intersectorial, fortalecer la educación sanitaria, sobre todo en el nivel escolar y de esta manera generar cambios de actitudes y prácticas saludables”, reiteró.
Como una de las formas principales de contagio es a través de las vías respiratorias y el excremento de paloma cuando se seca se traslada por efecto del viento en micro partículas (polvo) directamente a nuestros pulmones con posibles contagios de enfermedades, se exhorta a que la limpieza de zonas con excremento de palomas, deben hacerse con guantes desechables y ropa adecuada.
También se recomienda lavar la zona con abundante agua para evitar la exposición al polvillo que saldría si lo hacemos en seco con escoba o escobilla, siempre se debe lavar las manos y la piel expuesta antes de comer, beber o cuando termine la actividad. No es aconsejable limpiar zonas con abundante excremento de palomas a personas con sistemas inmunitarios disminuidos.
