Recomiendan identificar las causas y no automedicarse
El brote de alergias por el cambio de estación podría convertirse en un serio problema para la salud y desencadenar en un cuadro de asma bronquial, advirtió el Dr. Danny Yaya Gómez, médico del SISOL Carabayllo. Se calcula que hay más de 300 millones de pacientes con asma a nivel mundial y en el Perú un 20% de la población tiene esta afección.
Dijo que a diferencia de los procesos gripales, que son generados por virus o bacterias, las alergias se desencadenan por un alérgeno, que puede ser ingerido o por estar en contacto con la piel, afectando incluso las vías respiratorias desde la nariz hasta las vías respiratorias inferiores.
Señaló que para evitar estas complicaciones lo mejor es identificar las causas de la alergia y evitar el contacto con los alérgenos que lo provocan. Las alergias respiratorias son producidas por ácaros del polvo, pelo de mascotas, moho, hongos, polen del pasto o de los árboles.
“Pueden provocar desde rinitis, sinusitis, y hasta afectar el árbol bronquial llegando a ocasionar episodios de asma en los pacientes”, afirmó el especialista.
Las alergias que derivan en asma son las que afectan a la nariz, los ojos y provocan síntomas como secreción nasal, picazón o enrojecimiento de los ojos.
El asma bronquial es un trastorno inflamatorio crónico de las vías respiratorias, que se manifiesta por una respiración con silbido en el pecho, falta de aire, opresión en el pecho y tos incontrolable durante la noche o en la mañana, y de no ser adecuadamente controlado podría desencadenar en una crisis asmática y llevar a la muerte, pues se obstruyen los bronquios y la persona no puede respirar.
Una de las alergias que suele confundirse con la gripe y que puede complicarse hasta derivar en un cuadro asmático de no ser tratado oportunamente es la rinitis alérgica, que se caracteriza por la inflamación de la mucosa nasal en respuesta al contacto con un alérgeno.
Los síntomas son parecidos con la gripe, presenta estornudos, tos, flujo nasal, prurito o picazón (de la nariz, ojos, garganta y a veces oídos) y hasta lagrimeo. La diferencia con la gripe es que no hay malestar general que limite sus actividades, escalofríos, dolor de garganta ni fiebre.
En épocas de frío los ambientes cerrados y el alto porcentaje de humedad en el aire facilitan el transporte de los alérgenos a las vías respiratorias.
No obstante, aclaró que no todas las personas que padecen alergias desarrollan asma y no todos los casos de asma están relacionados con las alergias, también es genético.
Por ello, recomendó a los pacientes atópicos o alérgicos visitar a un neumólogo o un alergólogo para tratar de identificar la causa de la alergia y evitar la exposición a este alérgeno, y no automedicarse. “No a todos los pacientes que presenten un resfrío o rinitis necesariamente se le tiene que tratar con antibióticos”, mencionó.