Un estudio sostiene que el consumo habitual de uva puede ayudar a aliviar el dolor asociado con la osteoartritis sintomática de rodilla, y mejorar la flexibilidad de las articulaciones y la movilidad en general.
La investigación fue presentada en la conferencia de Biología Experimental, realizada en San Diego, California, que abarca campos generales de estudio como la anatomía, bioquímica, nutrición, patología y farmacología, y que contó con la presencia de casi 14.000 científicos y expositores.
En un comunicado, la California Table Grape Comission, señala que los investigadores atribuyen dichos beneficios potenciales a los polifenoles que se encuentran en la fruta, por lo que el estudio fue diseñado para investigar los beneficios del consumo de uva en la inflamación y la osteoartritis.
El estudio clínico de dieciséis semanas, llevado a cabo por la Texas Woman’s University, incluyó a 72 hombres y mujeres con osteoartritis de rodilla (OA) quienes debieron consumir la fruta en forma de un polvo liofilizado de uva entera, o un polvo de placebo.
Los resultados, presentados por el investigador principal, Shanil Juma, Ph.D., demostraron que tanto los hombres como las mujeres que consumieron una dieta enriquecida con uvas presentaron una disminución significativa en el dolor auto-reportado relacionado con la actividad y una disminución general en los síntomas totales de rodilla.
Los beneficios de las uvas fueron más pronunciado en las mujeres. Además, se observaron diferencias relacionadas con la edad donde hubo un aumento del 70% en la actividad calificada como ‘muy difícil’ para aquellos menores de 64 años que consumieron el polvo de uva. Mientras que los pacientes sobre 65 años, que consumieron uvas o recibieron el placebo, presentaron una disminución significativa en la actividad ‘muy difícil’.
El comunicado indica que se observó evidencia de un aumento del metabolismo del cartílago en los hombres que consumieron la dieta enriquecida con uvas, quienes tuvieron niveles más altos de un factor de crecimiento importante del cartílago (IGF-1) que aquellos tratados con placebo. No obstante, este efecto protector no se observó en las mujeres.
Sobre la amplitud de movimiento, los investigadores señalaron que no se observó ninguna diferencia en ambos grupos.
“Estos resultados proporcionan datos prometedores que vinculan el consumo de uva a dos resultados muy importantes para las personas que viven con osteoartritis de rodilla: una reducción del dolor y la mejora de la flexibilidad articular”, dijo Juma, y agregó que se necesita más investigación para entender mejor los resultados de los biomarcadores en suero, así como las diferencias de edad y de género observadas.
En la conferencia Juma también compartieron resultados de un estudio reciente de células donde se examinaron los efectos de los polifenoles enteros de uva en la integridad de las células del cartílago y en los marcadores de la salud del cartílago. En este estudio, las células del cartílago fueron tratadas, primero, con diversas dosis de polifenoles de uva y después se estimularon con un agente inflamatorio.
Como resultado, la proliferación celular aumentó significativamente -de una manera dependiente a la dosis- en las células tratadas con polifenoles de uva en presencia de un agente inflamatorio. Además, un marcador de degradación del cartílago fue significativamente menor con las tres dosis más altas de los polifenoles de uva en comparación con las células de control y las células tratadas con el agente inflamatorio, lo que sugiere un posible efecto protector de las uvas en las células del cartílago.