Aseguran especialistas del SISOL y agregan que es considerada la mejor vacuna natural
Al celebrarse la Semana de la Lactancia Materna, los especialistas del Sistema Metropolitano de la Solidaridad (SISOL) destacan que la leche materna no se puede reemplazar con ningún alimento, ni con la leche de fórmula. Sólo en caso de que no se pudiera amamantar, se puede considerar este producto como una opción.
La doctora Elsa Lora, pediatra del SISOL Camaná, sostuvo que la leche materna es considerada la mejor vacuna natural que posee el ser humano para prevenir diferentes enfermedades y males, ya que tiene las propiedades y los nutrientes exactos que el bebé requiere para su desarrollo.
“La leche materna no se puede reemplazar por nada, pero en caso de que no se tuviera la leche maternizada, es una opción. Se usa actualmente porque muchas madres trabajan. Hasta el momento, no hay ninguna leche de fórmula que sea igual a la leche materna”, apuntó.
Manifestó que la leche materna tiene una mejor digestión, pero hay fórmulas que cada vez tratan de adaptarse para mejorar la alimentación del menor, evitando estas complicaciones.
Explicó que tanto la leche materna como la leche de fórmula pueden causar cólicos o gases. “Si se alimenta con muchos ajos, cebolla, coliflor, col o brócoli no bien cocido, las madres se llenan de gases y eso le transmite al bebé”, dijo.
Asimismo, sostuvo que en algunos casos, la leche maternizada puede causar estreñimiento, cuando tiene más contenido de hierro, y también depende de la concentración.
Acerca del sobrepeso, la especialista refirió que si solo ha tomado leche materna exclusiva y el niño está subido de peso, no hay problema porque quiere decir que esa leche está enriquecida. En cambio si ha tomado leche maternizada y viene con un peso mayor al que debe tener, ahí se trata de sobrepeso, porque es artificial.
“Esto se evita dándole en las horas indicadas, en la concentración ideal y no sobrealimentándolo”, agregó.
Finalmente, Lora mencionó que el bebé puede tomar leche materna cada vez que desee, cada media hora, una hora; pero en el caso de la leche maternizada se da cada dos o tres horas. “No debe pasar más de tres horas sin que el niño deje de tomar su leche, si es necesario debe despertarlo”, añadió.