Científicos de la Universidad de Chicago sostienen que cuando una persona presenta deterioro del sentido del olfato su probabilidad de morir en los próximos cinco años aumenta y su riesgo de muerte se incrementa seis veces.
Este indicador implica que las personas tienen mucha dificultad o no sienten olores como el de las rosas, la menta, el pescado y puede afectar a hombres y mujeres.
En el experimento se empleó cinco olores, la menta, el pescado, naranja, rosa y cuero, y la probabilidad de muerte incluye el cáncer. Directamente el deterioro del sentido del olfato no causa la muerte, pero debe ser considerado una alerta temprana de que algo anda muy mal.
El investigador Jayant Pinto, de la citada universidad, explicó que entre todos los sentidos humanos, el olfato es el más infravalorado o poco apreciado.
En el primer estudio de su tipo, participaron más de tres mil hombres y mujeres de 57 a 85 años, los cuales pasaron por una prueba de olor de tres minutos.
La mayor parte de los individuos reconoció bien al menos cuatro de los cinco olores, o lo que es lo mismo, tenían un olfato normal.
Un 20% del grupo percibía sólo dos o tres de los olores identificados, esto es, mostraron una leve pérdida del sentido.
El 3.5% sólo sintió uno o ningún olor, es decir, una pérdida del sentido del olfato.
Cinco años más tarde, 430 de los hombres y mujeres habían muerto.
Aquellos que no pasaron la prueba de olor tenían casi seis veces más probabilidades de haber muerto frente a aquellos con un sano sentido del olfato, informa la revista PLOS ONE.
Para refinar el hallazgo, minimizando factores edad, edad, sexo y condición socioeconómica, de todas maneras primó el incremento de riesgo de muerte y los sujetos demostraron ser tres veces más propensos a morir e incluso hay que estar advertidos frente a una pérdida moderada del olfato.
La relación se reforzó con individuos que además del perder el olfato no tenían apetito, bebían o fumaban más mostraron debilidad, cáncer o males cardiacos.
Sólo el daño hepático grave evidenció estar fuertemente vinculado a la muerte dentro de los cinco años.
Para tener un sentido del olfato en buenas condiciones, los nervios terminales de la nariz deben estar en buenas condiciones. Desde allí se transmiten las sensaciones olfativas hasta el cerebro y que todo ande bien es un signo de buena salud en general.
El envejecimiento, desgaste, la incapacidad de autorreparación del sentido del olfato, puede indicar que en el cerebro y el cuerpo sucede lo mismo.
No obstante, hay casos en que las infecciones, venenos y contaminantes que respiramos en dañan nuestro sentido del olfato antes de dañar el cerebro y el cuerpo.
El doctor Pinto dijo que la contaminación puede causar, enfermedades del corazón, los pulmones y el cerebro, lo que predispone a la muerte prematura.
Otros estudios vinculan la pérdida del olfato con los males de Alzheimer y Parkinson.