Funcionarios de la ONU indicaron hoy en la sede de la organización que la actual crisis del ébola no tiene precedentes porque el virus está "muy por delante" de la respuesta global.
"El mundo nunca había visto algo así. El tiempo es nuestro enemigo. El virus está muy por delante de nosotros", dijo Anthony Banbury, jefe de la Misión de la ONU para la Respuesta de Emergencia al Ebola (Unmeer, por sus siglas en inglés), en una videoconferencia desde la sede de operaciones en Ghana, durante una reunión informal de la plenaria sobre el ébola en la sede de la ONU.
Tras enfatizar que la crisis del ébola tiene un enorme impacto sobre los países afectados, Liberia, Guinea y Sierra Leona, Banbury dijo que las tradicionales prácticas sociales y culturales de estos países obstaculizan el combate a la enfermedad porque muchos residentes locales siguen negando que el ébola sea real.
Pero también dijo a los participantes en la reunión que Unmeer está tratando de encontrar métodos para tratar la enfermedad que resulten aceptables a nivel de la comunidad y que el equipo está llevando recursos a donde más se necesitan para llenar los vacíos y apoyar a quienes necesitan refuerzos.
"Llegamos tarde, pero no es demasiado tarde para librar y ganar esta batalla", dijo.
Banbury pidió una acción mundial inmediata debido a que Unmeer, como lo indicó, no puede librar la batalla sola y dijo que es necesario hacer más, incluyendo fortalecer los centros de tratamiento y los laboratorios de diagnóstico en el lugar, ampliar el apoyo financiero para las agencias asistenciales y establecer arreglos confiables para tratar o evacuar a los trabajadores que tratan la enfermedad.
Sam Kutesa, presidente de la 69° sesión de la Asamblea General de la ONU, también exhortó a la comunidad internacional a cumplir las promesas de apoyo y a encontrar soluciones innovadoras pero prácticas para contener la propagación del ébola.
"Se necesita más, incluso de los Estados miembros que ya han hecho aportaciones", dijo.
De acuerdo con cifras de la ONU dadas a conocer el 8 de octubre, más de 8.000 personas podrían estar infectadas y más de 3.300 han muerto desde que se confirmó el brote del virus en marzo.
Con información de Xinhua, 10.10.2014