El niño argentino de siete años que aspiró escarcha murió este sábado tres semanas después de intoxicarse con ese producto, también conocido como brillantina, muy utilizado en manualidades en las escuelas de América Latina y en carnaval, informó este sábado su madre.
“Mauro ya se fue”, dijo a la prensa argentina Berta Banegas, la madre del niño que vivía en la provincia de Santiago del Estero, en el norte de ese país.
El viernes, la mujer ya había anunciado que su hijo, Mauro López Banegas, sufría muerte cerebral y que los médicos del Centro Provincial de Salud Infantil donde estuvo hospitalizado estas semanas habían dicho que el daño cerebral era total e irreversible.
El 18 de octubre pasado, Mauro estaba en su casa de Santiago del Estero, haciendo tareas escolares cuando por diversión puso purpurina en un silbato que tenía y sopló.
El polvo plateado se esparció por el aire y el niño lo aspiró, más tarde se sintió mal pero fue asistido y estabilizado, pero al día siguiente se descompuso e inició un proceso de deterioro por el que estuvo en cuidados intensivos hasta su deceso este sábado.
Los médicos advirtieron que la purpurina, de uso habitual en tareas manuales y muy común en maquillajes y trajes de carnaval, “contiene metales pesados, como plomo y cobre, elementos altamente tóxicos cuando son inhalados”.