Herberth Cuba García*
Foro de concertación no recoge nada sobre productos vitales para la salud
La gran diversidad cultural, lingüística y étnica con evidentes niveles de pobreza y enormes diferencias económicas entre la población, dificulta la construcción de una visión compartida por todos los peruanos. Además, la confrontación, la polarización y el comenzar de cero son comportamientos recurrentes en nuestra política. Por ello, el Acuerdo Nacional cumple un rol importante para construir consensos con visión de futuro y que trasciendan el lustro de cada gobierno.
¿El Acuerdo Nacional reemplaza al plan de gobierno? De ninguna manera. Son esferas y niveles distintos de la política. Los partidos políticos han suscrito el Acuerdo Nacional y lo han incorporando en sus planes de gobierno. Esta acción le ha dado predictibilidad a la democracia. Ha permitido vigilar el ejercicio de gobierno y el respeto irrestricto de la Constitución Política y del estado de derecho.
La décimo tercera política de Estado del Acuerdo Nacional, se refiere al acceso universal a la salud y a la seguridad social. Sin embargo, no existe mención a los medicamentos a pesar que son muy importantes para el restablecimiento de la salud y significa alrededor del 40% del gasto de las atenciones médicas.
El ministro de Salud propuso en el Acuerdo Nacional el acceso a medicamentos genéricos, estudios de intercambiabilidad, FarmaSIS y modernización del suministro. Los genéricos se elaboran luego que se ha vencido la patente del medicamento de marca con calidad y bioequivalencia. Son más baratos. Sin embargo, el control de calidad es casi nulo e ineficaz afectando la promoción, uso y adhesión a los genéricos. Peor aún si sumamos la falta de estudios de intercambiabilidad para demostrar que un medicamento es terapéuticamente equivalente al medicamento innovador (o de referencia).
El FarmaSIS es un programa del Ministerio de Salud (Minsa) de entrega de medicamentos para sólo para hipertensión y diabetes y situaciones especiales, a través de farmacias privadas, a los pacientes del Seguro Integral de Salud de Lima. Su aplicación no es resultado de una propuesta integral de suministro de fármacos que asegure accesibilidad y disponibilidad para toda la población. Es necesario adoptar un nuevo modelo de suministro porque el actual es ineficaz e ineficiente.
Falta proponer lo esencial: Señalar reglas claras y transparentes de una economía de mercado que nos permita abandonar el favoritismo tramposo mercantilista que nos agobia y que impide la competencia y la predictibilidad del mercado de medicamentos.
El año 2009 se promulgó la ley de medicamentos y aún no se promulgan las directivas para otorgar el permiso para comercializar los medicamentos biológicos y biosimilares, a pesar que increíblemente se comercializan. Los pacientes no saben qué consumen y las empresas que cumplen los estándares de calidad son perjudicadas. ¿Que hay detrás?
Hay miles de expedientes embalsados en la burocracia del Minsa (Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas) que distorsionan el funcionamiento del mercado e impiden el acceso de medicamentos a los usuarios: “Tramitología” y “permisología”. Son solicitudes de reinscripción de productos que ya se comercializan y de nuevos medicamentos, entre otros. ¿Hasta cuando?
Hay una central de compras estatales de medicamentos para el Minsa y para otros ministerios que tienen a su cargo servicios de salud, en modo conjunto, a través de la Dirección de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud. Sin embargo, hay escasez, ineficiencia y perjuicio a los usuarios.
La tarea es compleja. El consenso del Acuerdo Nacional dará adhesión y sostenibilidad a la necesaria reforma de salud incluyendo al medicamento, que hoy está ausente. ¡Nunca es tarde!
*Asociación Médica Peruana
(28 – nov – 2014)