Herberth Cuba García
Crítica a los cambios presupuestales establecidos en la reforma de salud.
El Ministerio de Salud (Minsa) ha sufrido un drástico cambio organizacional con la llamada reforma de salud. Se ha dividido en tres partes. El rol normativo a cargo del propio Minsa, el rol financiero a cargo del Seguro Integral de Salud (SIS) y el prestacional a cargo de los gobiernos regionales. Para Lima Metropolitana se ha creado el Instituto de Gestión de Servicios de Salud (IGSS).
El Decreto Legislativo 1167 creó el IGSS como un organismo ejecutor adscrito al Minsa, con personería de derecho público, autonomía funcional, administrativa, económica y financiera. La máxima autoridad es el Jefe Institucional y es nombrado con Resolución Suprema por el presidente de la República. A su cargo están los 6 institutos especializados, (Maternidad de Lima, de rehabilitación, oftalmología, ciencias neurológicas, del cáncer y del niño) y todos los hospitales y redes de salud (centros de salud y postas periféricas) ubicados en Lima Metropolitana. También está a cargo del Sistema de Urgencias y Emergencias (SAMU) que últimamente ha merecido primeras planas negativas en los medios.
Se ha creado una nueva burocracia con cargos de confianza. Antes de la creación del IGSS, los establecimientos de salud dependían de Minsa y los cargos de confianza eran designados por Resolución Ministerial. Se designaba a los directores generales o ejecutivos, según el nivel de complejidad del establecimiento, que a su vez se convertían en los titulares y responsables de sus pliegos presupuestales. Éstos directores designaban con Resolución Directoral a los funcionarios que los acompañaban con la firma en los cheques para la ejecución presupuestal.
¿Que ha cambiado ahora? Según su portal web, el IGSS no solo designa a través de Resoluciones Jefaturales a directores de institutos, hospitales y otros; lo nuevo es que también designa a los funcionarios giradores de los cheques para la ejecución de gasto. Los directores no tienen autorización para firmar los cheques y los funcionarios que gastan la plata son puestos, desde fuera, por el propio IGSS. Como todos sabemos, los cheques de la administración pública llevan 2 firmas, las cuales están registradas ante el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). También se asignan suplentes. Solo en 2 hospitales los directores son suplentes, en todos los demás establecimientos de salud los directores no tienen esa potestad. ¿Se puede administrar así?
En el mes de enero de cada año se renuevan ante el MEF las firmas autorizadas para girar cheques de todas las unidades ejecutoras del sector público. El IGSS ya hizo su parte. Sin embargo, en los Institutos, los hospitales y las redes de salud asalta el conflicto y la incoherencia. En consecuencia, ¿cómo un director puede ser responsable del gasto y del cumplimiento de metas de gestión si el personal que gira los cheques no depende de él y menos aún, son de su confianza? Las contradicciones entre el girador pagador, el administrador y el director han aflorado en algunos establecimientos de salud. Y el año recién empieza.
El mecanismo usado por el IGSS para usar el presupuesto de su sede central es responsabilidad del jefe institucional. Sin embargo, la injerencia del IGSS en los Institutos, hospitales y redes de salud debe ser revisada.
La partición y división del Minsa en modo discutible para la eficacia en salud pública, la creación de nueva burocracia, la centralización de la autorización del giro de cheques de los establecimientos de salud, la caída de los indicadores sanitarios y la queja abrumadora de los pacientes y usuarios es la expresión de la mal llamada reforma de salud. Urge reformar la reforma.
* Asociación Médica Peruana
06.02.2015