sandiaSe recomienda consumir líquidos para evitar la deshidratación

En esta temporada de excesivo calor, la lonchera de los niños en estas vacaciones debe incluir alimentos rehidratantes para evitar la deshidratación, aconsejó el Decano Nacional del Colegio de Nutricionistas del Perú, Lic. Roy Miranda Cipriano.

Recomendó armar loncheras con bastante líquido y alimentos de fácil digestión como las frutas. “Lo más conveniente es una botella de agua o de un refresco natural de fruta, pero acompañado siempre por una fuente de energía que puede ser un sándwich, pequeño o mediano, según el tamaño del niño”, señaló.

Sin embargo, el especialista en nutrición  indicó que dadas las altas temperaturas que se registran en Lima, se debe refrigerar la botella de refresco para evitar su descomposición, e incluso ponerle algunos cubos de hielo para que dure hasta el momento de ser consumido.

En cuanto a las frutas, recomendó comprar las de estación que son las más baratas, pero cuidando que no se sobre maduren, porque si no pueden fermentarse más rápidamente.

Las más apropiadas para facilitar la hidratación son: papaya, sandía, melón, naranja y mandarina; mientras que los plátanos no sirven para ese propósito”, indicó el especialista. “Si se trata de un niño pequeño y es necesario poner en su lonchera frutas picadas, estas deben ser refrigeradas antes para que no se fermenten”, agregó.

Recordó que los niños, al sudar, no sólo pierden agua sino también vitaminas y sales, lo que podría incidir negativamente en su rendimiento escolar.

Para comprobar si un niño está deshidratado o no, se le puede practicar una prueba presionando la piel de su brazo o de su pierna. Si esta al soltarla no vuelve inmediatamente a su lugar y más bien se queda hundida, esto –explicó– significa que necesita hidratación.

Sobre los sándwiches, el Decano del Colegio de Nutricionistas aconsejó que pueden llevar un relleno de atún con cebolla, o de pollo con huevo sancochado picado, pero nunca mayonesa ni ninguna salsa hecha a base de tomate, porque el calor tiende a descomponerlas fácilmente y el niño puede contraer una enfermedad diarreica aguda.