Herberth Cuba García
Medidas para que no ocurran casos similares en otras regiones por las malas condiciones hospitalarias
La muerte de bebés atendidos en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Regional de Iquitos entre el 2 y el 9 de marzo del 2015, ha conmocionado al país. El hecho ha ocurrido antes en otros lugares, siendo los más recientes y sonados en Lima y Cusco. Es previsible que ocurran más casos similares en otras regiones por las malas condiciones hospitalarias, cuya expresión le ha tocado desgraciadamente a Iquitos.
Igual de grave, aunque menos mediático, es el caso de las enfermedades infecto contagiosas, como la tuberculosis, el dengue, la malaria, y muchas otras. El Perú ocupa el primer lugar en América y el segundo en el mundo en tuberculosis resistente y extremadamente resistente al tratamiento.
Era necesario una reforma que adecue la organización sanitaria pública al proceso de descentralización, según la Constitución Política, la Ley de Bases de la Descentralización y la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo, sin retroceder en los progresivos logros de los sucesivos gobiernos. Sin embargo, eso no ha ocurrido. Aún existe un vacío legal al respecto. Recordemos que la participación del sector privado a través de las asociaciones público privadas y las obras por impuestos, se había ya legislado desde el 2009.
Increíblemente el gobierno tomo otro rumbo. Ha promulgado un paquete de 23 Decretos Legislativos, llamado de reforma de salud, al margen de los debates y sin escuchar las recomendaciones de los expertos. El objetivo de esta llamada reforma ha sido otorgar un seguro de atención médica, sin tomar en cuenta y en detrimento de una mayor oferta de servicios hospitalarios, de la salud pública y las estrategias sanitarias. Además, ha incrementado las trabas a la inversión pública y privada en salud. Ha creado nueva burocracia como SUNASA (SuSalud) e IGSS (Instituto de Gestión de Servicios de Salud). Además, de nada le sirve al ciudadano poseer una póliza de seguro médico si no tiene donde atenderse porque los establecimientos de salud están en malas condiciones, no existen o faltan profesionales.
Hay que reformar la reforma. El ciudadano requiere servicios de salud sin tramites burocráticos ni dilaciones en la ruta hacia el objetivo de la Seguridad Social Universal en Salud según la XIII Política de Estado del Acuerdo Nacional. Veamos:
Financiar y subsidiar un despistaje (chequeo) médico y preventivo anual por ciclo de vida y riesgo de todos los ciudadanos residentes en nuestro país. La detección precoz es la clave para abaratar costos curativos posteriores. El impacto en la promoción y la prevención derivadas para la población sana es impresionante. Este procedimiento no es nuevo y la experiencia europea puede ayudar mucho en su implementación.
Brindar atención gratuita a todos los ciudadanos en todos los establecimientos del primer nivel de atención: Cerrar las cajas. Casi el 90% de las atenciones de este nivel son ya gratuitas a través del SIS pero implica burocracia, segmentación, fragmentación y dilación. Además, los ingresos propios de estos establecimientos se hacen muchas veces, en desmedro de los derechos que como asegurado tienen los pacientes.
Fortalecer y mejorar el Sistema Nacional de Salud a través de ampliar y democratizar el Consejo Nacional y los consejos regionales y locales de salud. Este espacio de vinculación del Estado y la sociedad permite el proceso de coordinación y articulación que concluye en la cooperación y colaboración de todos los actores involucrados en la salud, sin perder su propia identidad. Es decir, un sistema único que articula sus diferentes componentes.
Convertir al SIS en un seguro social publico con financiamiento estatal y que brinde no solo prestaciones de salud, sino también prestaciones económicas y sociales y además que pueda intervenir directamente en la provisión de servicios. Su incorporación al Consejo Nacional del Sistema Nacional de Salud permitiría lograr la seguridad social universal en salud.
A los pocos que todavía afirman que la reforma ya tiene marco normativo y que ahora sólo falta el proceso de implementación, Iquitos les ha dado un contundente desmentido. Es más, los autores de ese paquete de Decretos Legislativos son los autores mediatos de este infausto hecho.
20 de marzo del 2015