herbert cuba 2Sobre los planes del Gabinete Cateriano de legislar en materia de salud

Herberth Cuba Garcia

El Premier Pedro Cateriano acudió al Congreso de la República para exponer los lineamientos generales de gobierno y las principales medidas a tomar en su gestión, y obtuvo el voto de investidura constitucional. Sin embargo, llamó la atención la forma como lo hizo porque solicitó, además, facultades legislativas para cumplir los lineamientos y las medidas prioritarias. Ha agregado un ingrediente de colisión mediática con el Legislativo, ya que las facultades se solicitan a través de proyectos de Ley del Ejecutivo debidamente motivados. Ha solicitado para cada una, políticas y medidas de gestión, con lo cual ha colocado fuera de juego al Congreso.

 

Es obvio que para pedir facultades se debe señalar al menos los vacíos legales que se pretende llenar, indicar las normas que obstaculizan el cumplimiento de los objetivos y, por último, las normas vigentes que no se alinean con los mismos. Entonces, la delegación de facultades se convierte en un ejercicio democrático previsible. Eso no ha ocurrido. No ha presentado un diagnóstico claro, ni los objetivos que busca, por ejemplo, en política social. Aumentar los subsidios a la gente no es un objetivo en sí mismo, y menos sustentable.

Ha señalado que solicitará facultades legislativas del Congreso en materia económica y administrativa para fortalecer la organización y optimizar los procedimientos de los ministerios, organismos públicos y organismos reguladores; reformar la legislación de los sistemas administrativos y funcionales, y para agilizar la inversión pública y privada, las obras por impuestos y las APP, en los tres niveles de gobierno.

Sin embargo, no se ha referido autocríticamente al paquete legislativo llamado reforma de la salud, promulgado por este gobierno al amparo de anteriores facultades delegadas por el Congreso y que ha tenido como resultado el incremento de los costos de transacción de las personas naturales, y la demora de los trámites. También se han incrementado los tiempos y los costos de inversión pública y privada, cuyo resultado, a pesar de tener S/.8,400 millones,  es que sólo se han terminado  29 establecimientos menores.

Tampoco ha mostrado una visión sistémica de la salud. Se ha referido sólo al Minsa sin tomar en cuenta a otros ministerios, a los gobiernos regionales y otros actores que también hacen salud. Ha enumerado algunos puntos aislados como: 1.- ampliar la cobertura del SIS. 2.- mejorar la calidad de los servicios con equipamiento moderno. 3.- incrementar la cobertura de vacunación 4.- acceso a medicamentos. 5.- ampliar la construcción de establecimientos modernos 6.- mejorar las condiciones laborales de los trabajadores. 7.- proteger los derechos en salud. 8.- incrementar las coberturas de intervenciones efectivas. Los puntos resaltados merecen un comentario aparte debido a que son inconexos, sin sustento con indicadores y cuya simple enumeración con algunas cifras hubiera reflejado la inoperancia e ineficacia del gobierno.

El aporte de la exposición ha sido que El SIS espera añadir un millón más de afiliados (a 15 millones que ya tiene) con planes de beneficios similares a los de Essalud. Aunque esto puede prestarse a diversas interpretaciones, la intención es válida. Todos los peruanos deberíamos tener acceso integral a la salud de la misma calidad y en las mismas condiciones que los afiliados a EsSalud. Son inhumanas las exclusiones que hoy existen en el SIS. Sin embargo, hay que resaltar El Plan Esperanza, que ha financiado el tratamiento de cáncer a más de 105,000 pacientes.

La nota preocupante es el Programa Más Salud, que brinda atención especializada donde hacen falta médicos especialistas, porque funciona bajo la lógica de las campañas itinerantes de salud. Aquí podrían presentarse distorsiones: intromisión política en el periodo electoral (nos recuerdan las misiones de Cuba y Venezuela), los problemas médicos legales y la dificultad del manejo transparente de los recursos públicos.

Finalmente no hubo autocrítica, no se han analizado los indicadores sanitarios en su real contexto porque las cifras son muy malas. El Congreso tiene la palabra.


1.o de mayo de 2015