La ingesta habitual de zumo está ligada a una mejor calidad de la dieta
Los zumos y néctares contienen compuestos bioactivos que los convierten en una opción óptima para alcanzar la ingesta de fruta recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el programa español Estrategia NAOS (Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad) desarrollado desde el Ministerio de Sanidad y Consumo, a través de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN).
Ambos organismos promueven el consumo mínimo de 400 gramos de frutas y verduras variadas, que equivalen a 5 raciones diarias de estos alimentos, en cualquiera de sus presentaciones, incluído el zumo comercial exprimido o a partir de concentrado.
En un estudio basado en la encuesta nacional sobre salud y nutrición NHANES 1996-2004, realizado en Estados Unidos, para estudiar la relación entre el consumo de zumos y el riesgo de obesidad y síndrome metabólico, se concluyó que las personas que habitualmente consumen zumos de fruta eran más delgados y tenían menos probabilidades de padecer obesidad.
El consumo equilibrado de zumos, dentro de una dieta saludable y equilibrada, es imprescindible para lograr un aporte correcto de energía, un funcionamiento cerebral óptimo y para ayudar al organismo a prevenir distintas enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer y determinados procesos neurodegenerativos.
Propiedades nutricionales idóneas
La calidad nutritiva de los zumos de frutas está relacionada con su capacidad para proporcionar nutrientes, principalmente hidratos de carbono, vitaminas y minerales, así como otros compuestos bioactivos.
Los zumos aportan las siguintes vitaminas:
. Vitamina B1: que reduce el cansancio y la fatiga.
. Vitamina C: que contribuye al normal funcionamiento psicológico, rendimiento de la energía y protección del ADN.
. Vitamina B12: que favorece la formación de glóbulos rojos, división celular, rendimiento de energía y la función del sistema inmunológico.
. Vitamina B6: que ejerce un efecto beneficioso sobre las proteínas y el metabolismo glucógeno, la función del sistema nervioso, la actividad hormonal y mejora el funcionamiento mental.
. Acido pantoténico: favorece el rendimiento mental, la función suprarrenal y una piel saludable.
El consumo en los niños
La Asociación Americana de Pediatría (AAP) recomienda el consumo responsable de zumo de frutas en los niños y limita su consumo a los niños entre 1 a 6 años a 120-180 ml. y adolescentes entre 7 y 18 años a 240-360 ml.
Al tratarse el zumo de una bebida rica en azúcares, como las frutas de las que procede, su consumo provoca falsas controversias relacionadas con la obesidad. No hay una asociación directa entre el consumo de zumo frutas y el sobrepeso en niños y adolescentes, pero sí está científicamente demostrado que su consumo adecuado aporta beneficios para la salud. Asimismo, constituye una forma apetecible para ayudar a los niños a cumplir con las recomendaciones de consumo de frutas.
Actividad contra los radicales libres
Entre todas las propiedades beneficiosas de los zumos de frutas destaca su capacidad antioxidante, que contribuye a la protección del organismo. Así, por ejemplo, existen radicales libres, conocidos como EROS, que son altamente tóxicos y que pueden derivar en el desarrollo de graves enfermedades si no se combaten.
Los antioxidantes hacen que los zumos de frutas, consumidos de forma habitual desde la niñez, representen una buena alternativa para reducir el riesgo de enfermedades crónicas cuando se llega a edades avanzadas.
Combatir la deshidratación
La ingesta de zumos puede constituir una forma equilibrada de hidratarse, ya que el agua es el componente principal de los zumos de frutas, representando alrededor del 82-90% de su volumen total. Por ello, los zumos son una excelente vía para equilibrar nuestro organismo tanto desde el punto de vista nutricional como de la hidratación.
Un consumo diario de un vaso de zumo de frutas resulta adecuado dentro de una dieta equilibrada.