El doctor Bryan Tyson, de California del Sur, trató exitosamente a 1,700 pacientes afectados con el coronavirus COVID-19, y que de todos no reportó ninguna muerte.
Preguntado si los medios están satanizando a la hidroxicloroquina cuando en realidad puede salvar vidas, respondió que “absolutamente sí”, en entrevista con One America News Network (OAN).
Desde marzo de este año trató a más de 1,700 pacientes administrándoles hidroxicloroquina y zinc, combinando alternativamente con zitromax, doxiciclina, dependiendo del caso clínico.
Un paciente tuvo que estar en el hospital por seis días, pero ninguno murió.
El doctor señala que hay más muertes por uso de tylenol (acetaminofén) un fármaco muy difundido, que por hidroxicloroquina.
El galeno señaló que no puede dejar a sus pacientes morir a causa de la política.
Como se sabe, hay mucha injerencia política y de los grandes intereses de empresas farmacéuticas para desprestigiar a fármacos de uso libre porque va contra sus fabulosas ganancias.
Señaló que no necesitamos vacuna, debido a que si hay posibilidad de sobrevivir con más de un 99% con tratamientos, no hay necesidad de vacuna.
Dijo que la gente tiene derecho a tratarse con medicamentos usados por galenos que probadamente están salvando vidas.
La hidroxicloroquina es un ionóforo del zinc, que inhibe la replicación viral. Es decir, la hidroxicloroquina dirige el zinc a donde debe estar, para aprovechar al máximo la dosis.La hidroxicloroquina es un ionóforo del zinc, que inhibe la replicación viral. Es decir, la hidroxicloroquina dirige el zinc a donde debe estar, para aprovechar al máximo la dosis.
La inhibición de la replicación viral reduce la cantidad total de partículas de virus en el cuerpo, mientras que el sistema inmunológico aprende a lidiar con el virus en sí.
Las partículas virales, por sí mismas, causan estragos en varios sistemas corporales. Cuanto menos partículas, menos síntomas físicos deben tratarse. Si se liberan muchas partículas virales en el cuerpo, se deben controlar los síntomas (por ejemplo, e deben proteger los pulmones). Esperar hasta que un paciente vulnerable ya esté sintomático antes de iniciar el tratamiento pone en riesgo la vida del paciente. El tratamiento temprano también es clave, como señalan los galenos que emplean la hidroxicloroquina.
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