Aparece como consecuencia de la exposición prolongada a los rayos ultravioleta (UV)
Se trata de un tipo de cáncer de piel que se origina en las células localizadas en la capa externa de la piel llamada “epidermis”, generalmente en las zonas más expuestas a la radiación solar como la cabeza, el cuello o en algunas partes del rostro como la nariz, explicó el Dr. Mauricio León Rivera, director médico del Centro Detector del Cáncer, cirujano oncólogo de la Clínica Ricardo Palma.
De acuerdo al especialista, este tipo de cáncer aparece como consecuencia de la exposición prolongada a los rayos ultravioleta; siendo más habitual en adultos mayores de 50 años, aunque puede afectar también a cualquier edad.
Añadió que, en la mayoría de los casos, los síntomas principales son los cambios en la piel, como una herida que no cicatriza. Las lesiones cutáneas aparecen generalmente como protuberancias elevadas, brillantes y firmes, de color rosado o casi transparentes y que con el paso del tiempo pueden aparecer vasos sanguíneos visibles en su superficie, en los que se forma una especie de costra que puede sangrar y "aparentemente cicatrizar”, precisó.
El tratamiento principal es la cirugía. El método más común es la escisión quirúrgica, esto es, retirar la lesión y el tejido sano que la rodea. Aunque es muy poco frecuente, también puede diseminarse a los ganglios linfáticos cercanos y/o a otras áreas del cuerpo, donde será necesario aplicar tratamiento de quimioterapia o radioterapia, aunque es algo muy raro.
El Dr. Mauricio León recomendó utilizar ropa de algodón de manga larga, holgada y de colores claros, que cubran la mayor parte del cuerpo además de fomentar el uso de sombreros de ala ancha o gorros con visera, lentes con filtro UV y sobre todo protector solar con un Factor de Protección Solar o "FPS" mínimo de 50, incluso al utilizar la mascarilla.