Nuestra alimentación afecta numerosas funciones en nuestro organismo, las cerebrales no son una excepción. Una especialista explicó cuáles alimentos deben formar parte de la dieta para garantizar el buen funcionamiento de nuestros cerebros.
Para mantener el cerebro funcionando de la mejor manera es necesario incluir en la dieta un nutriente llamado colina, dijo la nutricionista rusa Elena Solomatina en una entrevista con la radio Sputnik.
"La colina es una precursora de la acetilcolina, la cual promueve la velocidad de transmisión de los impulsos nerviosos", aclaró la especialista.
Según la Escuela de Medicina Harvard (EEUU), la colina desempeña un papel fundamental en una amplia variedad de reacciones bioquímicas en cadena, incluidas algunas que son necesarias para funciones muy básicas, como mantener intactas las membranas celulares.
De hecho, una investigación llevada a cabo por la institución reveló dos importantes beneficios de este nutriente. Primero, los participantes del estudio cuyas dietas incluían mucha colina tenían más probabilidades de obtener buenos resultados en las pruebas de memoria y capacidad cognitiva. Segundo, las imágenes obtenidas en exámenes de resonancia magnética mostraron que el alto consumo de colina en el pasado estaba asociado con un tejido cerebral más saludable.
Solomatina aclaró que la colina puede encontrarse en las yemas de los huevos, las carnes, especialmente la de cordero, así como en la avena y la coliflor. La leche, los cacahuetes y algunos tipos de pescado, como el bacalao, el salmón y la tilapia, por ejemplo, son también buenas fuentes naturales de colina, según Harvard.
Solomatina puso de relieve que otros importantes nutrientes para el cerebro son la vitamina B12 y el hierro.
"Debemos comer alimentos con vitamina B12, cuyos niveles a menudo disminuyen con la edad, haciendo que aparezcan mareos y fatiga. Para que el cerebro reciba oxígeno constantemente, necesita alimentos que contengan hierro", afirmó la nutricionista.
La deficiencia de vitamina B12 se ha asociado con la pérdida de memoria e incluso la demencia, especialmente en adultos mayores. De hecho, un estudio demostró que el consumo de suplementos de vitamina B12 y ácidos grasos omega-3 por parte de personas con demencia en etapa temprana podría retardar el deterioro mental.
De acuerdo con el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido —NHS UK, por sus siglas en inglés—, algunas buenas fuentes de vitamina B12 son las carnes, los pescados, la leche, los quesos y los huevos.
Las proteínas de hierro, por su parte, tienen un papel clave en la función normal del cerebro y de sus procesos de desarrollo. Un estudio mostró que incluso en el caso de adultos jóvenes aparentemente sanos, las variaciones en los niveles de hierro se correlacionan con variaciones en la integridad de la estructura cerebral.
Solomatina recordó que el hígado y la carne roja son alimentos ricos en hierro. Además de ellos, otras fuentes de este nutriente son los frijoles, los garbanzos, las nueces y los frutos secos, apuntó NHS UK.
Con información de Sputniknews, 03.02.2021