Moscú, 2 abr (Sputnik).- El Centro Gamaleya que creo la Sputnik V está desarrollando una tecnología que permitirá adaptar la vacuna a una nueva cepa de COVID-19 en unas 48 horas, relató a esta agencia su director, Alexandr Guintzburg.
"Es la misma tecnología en base a los vectores adenovirales que, a partir de la secuencia de la proteína Spike con una estructura inicial modificada, en unas 24 horas sintetiza una nueva secuencia que al día siguiente se implanta en el vector ya utilizado y así se obtiene, de hecho, una estructura de ingeniería genética que se puede utilizar como vacuna", explicó.
Ahora, dijo Guintzburg, Rusia debe aprobar una nueva normativa para acelerar los ensayos de esta tecnología ya que "es imposible predecir qué mutaciones habrá".
Para ello, se podría, por ejemplo, permitir realizar las pruebas con un número muy limitado de voluntarios y si se revela que "tiene la misma eficacia, pero ya contra una cepa nueva, se podrá producir en masa inmediatamente".
EFICAZ AL 100 POR CIENTO
El propio Guintsburg, igual que sus colaboradores, se vacunó con Sputnik V hace un año y desde entonces millones de rusos y extranjeros "han recibido la primera y la segunda dosis del fármaco".
"Para hoy en día no se ha revelado ningún nuevo efecto secundario además de los que están descritos en la instrucción", subrayó.
A la vez, indicó, se comprobó la alta eficacia de la vacuna ya que su "capacidad de protección es del 91,6 por ciento y asegura una defensa del 100 por ciento para casos graves y de mediana gravedad".
"Los que se enferman o tienen ciertos síntomas, no superan el 7 o el 8 por ciento de los vacunados", prosiguió Guintzburg al agregar que estas personas de todas formas "no acabarán hospitalizadas" ya que tendrán una forma leve de coronavirus.
Asimismo, informó, "se demostró que la eficacia tanto inmunológica como epidemiológica se distribuye casi homogéneamente por todas las franjas de edad de la población vacunada", ya se trate de los que tienen "18, o 30, o 70 años".
VERIFICAR LA MEMORIA CELULAR
Los investigadores del Centro Gamaleya tienen previsto vacunar con la vacuna Sputnik Light, que se administra solo una vez, a aquellos vacunados que presenten una disminución de los títulos de anticuerpos, para ver con qué velocidad se restablecerá su nivel.
"Si se restablece rápido querrá decir que estas personas desarrollaron 'las células de memoria' y seguro que están protegidas de este virus", aclaró Guintsburg.
En este caso, explicó, "todos los que ya han sido vacunados, no tendrán de qué preocuparse, podrán estar tranquilos y no prestar atención a que el nivel de los anticuerpos protectores disminuya con el tiempo".
VACUNAR A LOS PEQUEÑOS
Después de que a mediados de verano terminen los ensayos posclínicos de la vacuna Sputnik y esta obtenga una autorización de uso permanente en Rusia, el Centro Gamaleya pasará a probarla en menores, empezando por adolescentes de 14 o 15 años que, según Guintzburg, "no tienen prácticamente ninguna contraindicación de orden fisiológico para usar esta vacuna".
"En cuanto a los grupos de menor edad, por supuesto habrá que realizar investigaciones aparte", precisó.
A los más pequeños, aseguró, se les podría aplicar la versión intranasal de la vacuna, ya patentada por el Centro Gamaleya, que representa "una vía muy confortable y rápida para vacunar".
"Incluso los pocos efectos secundarios que existen ahora, como un eventual dolor de cabeza o fiebre, si se aplica por vía nasal no se manifestarán, porque será un fármaco administrado localmente que no provocará reacciones sistémicas como la fiebre", indicó.
FÁRMACO ANTICOVID
A la vez, el Centro Gamaleya está trabajando en un medicamento con base en anticuerpos que permitirá curar a los enfermos de coronavirus.
"Ya se han seleccionado los llamados clones productores que sintetizan los anticuerpos y que luego servirán de base para este fármaco", señaló.
Ahora los científicos están optimizando la producción de anticuerpos monoclonales a base de estas células para pasar del nivel de laboratorio al nivel de producción.
"Cuando esta fase termine -y creo que será a finales de verano- empezará la fase de ensayos preclínicos y espero que a finales de año pasemos a la primera fase de los ensayos clínicos, es decir, en personas", dijo al precisar que "por supuesto, primero se testará la seguridad".
El futuro fármaco, en forma de inyecciones intravenosas, que estaría listo para mediados de 2022, impedirá que la enfermedad se transforme en la septicemia que provoca la muerte.
"Por lo tanto, con este fármaco, el número de casos mortales entre los contagiados con COVID-19 debe disminuir drásticamente", afirmó.
El Centro Gamaleya, subrayó Guintzburg, procurará que "el precio de la medicina sea abordable". (Sputnik)