Ultrasonido prenatal: no tan sólido después de todo. Autismo, daño al ADN, malformaciones y otros transmisibles por diez generaciones
La ecografía prenatal es un componente que se da por hecho en la atención materna moderna, hasta el punto de que a la mayoría de los obstetras y ginecólogos les resulta imposible ejercer su profesión sin ella. Las mujeres estadounidenses ahora se someten rutinariamente a cuatro o cinco ultrasonidos por embarazo. A pesar de la ausencia de beneficios demostrados, también hay una tendencia hacia “nuevas aplicaciones de ultrasonido... en etapas más tempranas del embarazo” (p. 47), incluido el monitoreo de la frecuencia cardíaca fetal Doppler que aumenta muchas veces la exposición del feto.