11 de abril: Día Mundial de la lucha contra la Enfermedad de Parkinson. Los síntomas cognitivos y conductuales pueden resultar más incapacitantes que los temblores.
Según la OMS, la enfermedad de Parkinson afecta a 1 de cada 100 mayores de 60 años, el trastorno neurodegenerativo motor más frecuente en la población. Una cifra que, crecerá en los próximos años y para el 2030, se prevé afecte al menos a 12 millones de personas. Por eso, conocer sus claves para poder mejorar la calidad de vida de los pacientes es un reto para la comunidad científica. Una de ellas es que, aunque la mayoría asociamos la enfermedad a los temblores, estos no se dan en todos los pacientes. Y, en cualquier caso, los temblores no son las únicas posibles consecuencias de la enfermedad. "La enfermedad de Parkinson se acompaña de multitud de síntomas no motores, que de hecho pueden resultar mucho más incapacitantes para los pacientes. Por eso es tan importante prestarles atención", señala Andrea Horta-Barba, profesora colaboradora del máster universitario de Neuropsicología de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).