La "ambiciosa" esposa del "camaleón", como calificó The Economist a Nadine Heredia y al Presidente (por su fácil cambio de principios políticos), está tan desesperada por el creciente rechazo del público, que no ha dudado en recurrir en vulgares escenas para intentar subir puntos en las encuestas.
Heredia emuló a Pedro Pablo Kuczynsky, quien recurrió a un asqueroso escándalo para ganar titulares al montar una escena donde le cogen los genitales en público, lo cual disparó su alicaída campaña a porcentajes que no esperaba (ver Enfermo sexual PPK y evangélicos destruyen los valores).
En esa línea, la primera dama diseñó su propia escena y se presentó como si una señora “inesperadamente” le agarra un seno cuando había interferido una vez más en las funciones ministeriales en acto de promoción de la anchoveta del ministro Piero Ghezzi, donde ella aprovechó para lanzar una perorata.
Aunque hay periodistas que torpemente dicen que su personal de seguridad “se descuidó”, queda claro que no hay coincidencias, porque Nadine Heredia es experta en preparación de escenas de aparición de su marido o de ella, no de ahora, sino desde los inicios de su campaña electoral.
Cuidando todo detalle, siempre ha quedado en evidencia que no descuida nada: por dónde ingresa y sale, quién se le acerca, a qué distancia se coloca del público, y maneja tanto a su numerosa comitiva de seguridad que cuando le conviene siempre ha impedido el trabajo de la prensa, evitando que se le acerquen en momentos nada favorecedores, cayendo incluso en el abuso, como cuando los matones que la resguardan encierran a los periodistas para que no le formulen preguntas y ella huya de los incómodos cuestionamientos del momento (ver por ejemplo Nadine Heredia en torpe aparición por campaña contra gripe).
Para Heredia, comunicadora, es importantísimo el detalle de cuánto se le pueden acercar y lo cuida al milímetro, de modo que con 100% de seguridad la escena de la mujer que le coge el seno es preparada, como posiblemente fue preparado el hecho de que el alcalde de Ate le diga “presidenta”, pues el hombre se mostró extremadamente adulón y no sería de extrañar que se haya prestado al circo.
Quedó en el olvido la promesa del gobierno humalista, que aseguró que Nadine Heredia no volvería a interferir con el trabajo de los ministros, pero la primera dama es incontrolable en su sed de figuración y poder, pues tras el deplorable espectáculo con la ministra Omonte, esta vez desplazó a Piero Ghezzi dando el discurso como si ella fuese la ministra.
Ese es el bajo nivel al que ha caído la política palaciega, en lugar de buenas políticas de Estado para los recursos marinos, se permite que se los carguen a otros países se mantiene el pescado a precios prohibitivos para los pobres que padecen desnutrición, siendo el Perú una potencia pesquera y como si eso fuera poco, una primera dama hace el papel del más vulgar cómico ambulante.
Y la primera dama, que debería preocuparse, junto con su marido, por la educación y los valores de los niños, no lo hacen; las escuelas están mal equipadas y con profesores mal preparados y se permite a la televisión envenenar con basura la mente de los menores en horario de protección. A eso ahora ella añade un poco más de basura, en plena Semana Santa.
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