Es lamentable que en uno y otro gobierno se pierda la proporcionalidad y por adular a la persona por la cual consiguieron el cargo, como es el presidente Pedro Castillo, funcionarios como la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) aliente que su despacho defienda a Lilia Paredes, esposa de Castillo, de una parodia, argumentando hechos no existentes, como la discriminación.
Una parodia es una imitación burlesca en el Perú y en todo el mundo y ningún funcionario público ni personaje político puede prohibir la creatividad de los humoristas que suelen crear jocosas producciones a partir de hechos que merecen la parodia.
Eso parece desconocer el MIMP, y en lugar de ocuparse de graves hechos que afectan a la mujer, como la trata que crece cada día, ahora usa su tiempo, pagado por todos los peruanos, para adular a la cónyuge de Castillo pretendiendo impedir que sea objeto de parodia.
No hubo discriminación
El humorista Carlos Álvarez creó una entrevista imaginaria a la primera dama, Lilia Paredes con la participación del periodista Jaime Chincha, en el programa “VIII mandamiento”.
Como era de esperar, había que tocar los escándalos de presunta corrupción que uno tras otro envuelven en una vorágine a Palacio de Gobierno.
Ahora, como la parodia es imitación, como siempre lo ha hecho, Álvarez imitó la forma de hablar de Paredes y presentó su rostro caricaturizado, como suele hacerlo, matizando las escenas con referencias a los escándalos.
Nadie dijo nada antes cuando presentó rostro caricaturizado de personajes, imitando también su dejo o una entonación particular, como Pedro Pablo Kuczinsky, Augusto Pinochet, Mark Vito, Alejandro Toledo, Eliane Karp, Nadine Heredia, Alan García, Alberto Fujimori, etc.
En su adulación a Castillo, que más parece ignorancia, el MIMP señaló en Twitter: “En relación a la parodia de la primera dama Lilia Paredes, desde el MIMP manifestamos que estamos contra todo tipo de discriminación y por la defensa de la dignidad de las mujeres”.
¿Por ser mujer andina no se le puede imitar? La imitación es eso, no es racismo. No importa de dónde sea el dejo, de Cajamarca, Chile, EE. UU. etc. Si no, no sería parodia y sería además difícil de reconocer al personaje. Además, no podría apreciarse la agudeza del humorista en realizar una representación jocosa y pertinente. Poco falta para que también quieran prohibir las caricaturas.
Que el MIMP se ocupe de la trata
El MIMP no hace casi nada para luchar contra la trata de mujeres esclavizadas para la prostitución, especialmente venezolanas, que están invadiendo muchos distritos del Perú y enriqueciendo a proxenetas que hasta luchan a balazos, cosa nunca antes vista. Sólo días atrás, un ingeniero perdió la vida por una bala presuntamente perdida en medio de una gresca de supuestos proxenetas en Lima, pero esto al MIMP no le interesa, pues no se ve qué es lo que hace.
¿A cuántos proxenetas ha ayudado a encarcelar el MIMP con el procurador de dicho ministerio? Dada la situación actual, deberían ser cientos, pero como no trabajan, no quieren decir cuántos son. Lilia Paredes goza de la mayor protección y séquito de defensores, así que no es correcto que el MIMP se sume a una defensa sin sentido.