El Tarata del sodalicio
Por: Gonzalo Cano
Hace mucho tiempo que no escribía en mi blog. De un tiempo a esta parte me había dedicado a hacer muchas otras cosas que han sido muy satisfactorias y que no voy a reseñar aquí. Pero han sucedido ciertas cosas que me han animado a leer mucho, a recordar, a revivir y a querer escribir de nuevo. Lamentablemente el sodalicio (las minúsculas son mías) sigue quitándome tiempo. Casi diez años bajo su influjo (aunque sólo un poco más de tres de pertenencia formal) es un pedazo muy grande mi vida… y podría seguir contando. No quiero ni pensar en las vidas de las víctimas de todos los tipos de abuso que se cometieron ahí y que estuvieron más del doble del tiempo que yo estuve. Ellos pueden contar lo que yo cuento con años, pero en décadas. Quisiera poder olvidar todo y, como aprendí a decir ahí, “jalar el wáter”. Pero no se puede hacer eso de manera tan sencilla. Menos cuando creo que es un deber de los que nos hemos dado el trabajo de pensar un poco sobre por qué suceden estas cosas.