Por Carlos Ferrero El crecimiento económico, la migración del campo, el mercantilismo desatado, la improvisación, pero sobre todo la incultura, están destruyendo nuestras ciudades.
Alan-Jorge: recuento de daños (Aráoz es pantalla y sigue quemada)*
Por Eduardo Bueno León
¿En qué situación queda Jorge del Castillo? Su mejor amigo/peor enemigo, Alan García, a través de Mercedes Aráoz, le acaba de asestar tremenda puñalada, una de otras tantas, que Jorge viene soportando desde hace tiempo. Su caso es similar al de Carlos Roca cuando se produjeron las elecciones municipales. Primero se le lanza de candidato, luego se le "evalúa" y después se le retira.
Perú Posible denuncia al gobierno por interferir en el proceso electoral
Por Juan Sheput
Perú Posible es un partido que, durante todos los procesos electorales que le tocó conducir durante el gobierno del presidente Alejandro Toledo, se manejó de forma impecable.
Seguramente mareado por los miles de soles de Rosa de Acuña, el señor Luis Castañeda Lossio no ha tenido mejor forma de responder a las acusaciones periodísticas que lo involucran con el ilegal financiamiento de campaña con una serie de diatribas, adjetivos e insultos. No respondió las acusaciones de fondo, acudió al fácil expediente de insultar y acusar sin ningún sustento.
¿Qué hace tanto idiota, año tras año, lustro tras lustro, década tras década, en el Congreso calentando butacas o en las inmediaciones merodeando Palacio? ¿Qué, no pueden servir desde otros puestos con patriotismo y honestidad al pueblo peruano? ¿O son otras las fórmulas no confesadas —pero reales, demasiado reales— las que impelen a hacerse viejos –y siempre mediocres— cobrando de la cansada ubre del Estado? La verdad genuina, raigal y maciza es que los sangrones han hecho del palco público un modus vivendi y cada quien se transforma en ministerio de favores con patas, escalafón de tarifas, batallones de asesores y tropas de secretarias. ¡Así de simple! La fórmula mexicana de la Constitución de Querétaro de 1917 bien admoniza con severidad: ¡Sufragio efectivo, no reelección!
En el gobierno de la frase célebre "la plata llega sola", el Canciller García Belaúnde no quiere desentonar y pregona públicamente su desprecio por las leyes peruanas. Esa actitud no se debe olvidar
Luis Castañeda y la plancha de los 500 mil soles Por Juan Sheput
Poco a poco todo empieza a cobrar sentido. Hace unos meses, el congresista Walter Menchola presentó un proyecto de Ley que tenía como objetivo evitar que los medios de comunicación difundieran audios o videos obtenidos sin mandato judicial. Es decir, promovía una Ley mordaza para evitar que los ciudadanos nos enterarámos, a través de la prensa, de la forma como se algunas agrupaciones hacen política o como algunos funcionarios hacen negocios.
No pocos rufianes creen que basta que su partido, club electoral o taifa de capituleros, gane elecciones para “tener derecho” a un trabajo. Olvidan, quienes así “piensan”, que el dinero que sirve para el pago a estos funcionarios proviene de un solo fondo: el impuesto del contribuyente y que éste ¡NO SE PUEDE ROBAR! Los colectivos de toda laya han “educado” a sus militantes en la repulsiva práctica que “es lícito” robar el dinero público. Y esa es la primera lección que todo aprendiz a político o a servidor público de la nación está compelido a internalizar de modo inobjetable: ¡el dinero del pueblo es sagrado!
Criminalidad y galopante Corrupción con raíces profundas
por Guillermo Olivera Díaz*
1. En lenguaje formal, técnico o especializado del campo criminológico-jurídico penal (que modestamente cultivo: véase mi libro “Criminología Peruana”, Vol. I y II) no hay crímenes en el Perú. El fonema crimen no existe en la legislación. Únicamente hay delitos y faltas; por ende, sólo habría delincuencia a secas.
Capitanear con destreza una nación con 28 millones de habitantes, 5 fronteras, gas y agua, riquezas naturales ingentes y por eso codiciadas urbi et orbi, un mar muy rico al que pusilánimes quisieran regalar a transnacionales y, sobre todo, definir bien qué cosas convienen al Perú en su privilegiada —y por eso riesgosa— ubicación geopolítica y una lucha a muerte contra la corrupción, constituyen en este año electoral algunas de las más importantes ambiciones del país. ¿Qué se necesita para lograr siquiera los barruntos fundamentales del plan nacional?: ¡hombres y no enanos de Estado!