Punto de Vista

Por una vejez digna

Desde 1980 hasta ahora se han construido más edificios que desde la prehistoria hasta 1980. Con este dato, que impresionó al escritor Javier Cercas, evoca las palabras de un amigo “uno se hace viejo el día en que va con alguien por una calle de su ciudad y señala a su alrededor diciendo: “¿Ves eso? Pues todo eso eran campos”. De ahí arranca la reflexión sobre el sentimiento de vejez en una sociedad en la que todo parece ser una apoteosis de lo juvenil. “Cuando yo tenía 18 años era un príncipe sin miedo; ahora que tengo 46 no soy más que un mendigo que apenas está aprendiendo a convertir sus errores en sarcasmos”.

Peligroso recorte de presupuesto de Defensa

Por Alfredo Palacios Dongo, Expreso, 13.08.09

Durante el Consejo de Ministros del día miércoles 10 se comunicó a diferentes ministros que los presupuestos del presente año de sus sectores iban a ser recortados. En el caso del sector Defensa, del presupuesto asignado para este año fiscal 2008 —S/. 4,157 millones—, se habría considerado una reducción del orden de S/. 700 millones, habiéndose concretado el primer recorte de S/. 109 millones que ya está afectando seriamente los compromisos de este mes.

Vicealmirante Javier Pinillos en carta a El Comercio

Estimado señor Director: En los años previos a 1879 Chile se preparó para hacerle la guerra al Perú y a Bolivia para apropiarse por la fuerza, del guano y el salitre. Por entonces Inglaterra construía dos modernos Acorazados para Chile. En un astillero cercano armaban para el Perú los Monitores "Manco Capac" y "Atahualpa", buques destinados a la defensa de los puertos que no podían salir a alta mar siendo su velocidad apenas de 5 nudos. Los Oficiales de nuestra Marina encargados de supervisar la construcción de estos buques al enterarse de la construcción de los buques chilenos informaron al Presidente de la República y al Congreso. El Gobierno ordenó a nuestro Embajador en Londres que mandara a construir dos Acorazados superiores a los chilenos, realizando el pago inicial. Con este paso nunca hubiéramos perdido la guerra que tanto daño nos causó por descuidar la seguridad nacional, pues pronto los políticos de entonces dijeron que los marinos eran unos alarmistas y convencieron al Presidente de que no habría que gastar dinero en armamentos y éste ordenó la cancelación del contrato debiendo pagar una multa por tal acto y en ese momento perdimos la guerra.