Faenón de prescripciones
Álvaro Peláez Vives
Esto solo pasa en nuestro país. O al menos aquí se abusa de este beneficio. ¿Para qué más comisiones investigadoras en el Congreso? ¿Para qué investiga la Fiscalía? Para qué tanto si al final aquellos que festejaron el famoso “faenón” están ahora y estarán libres. Evidentemente no ha caído nada bien a aquellos que esperábamos una sentencia drástica la decisión de la Tercera Sala Penal Liquidadora que esta semana declaró fundado el recurso de excepción por prescripción presentado por Rómulo León Romero, Lidia Casuso, hijo y sobrina del exministro aprista Rómulo León, respectivamente. Con la misma suerte gozó Alberto Químper Herrera, el popular “Don Vietto”, aquel que en el 2008 junto a Rómulo León todos escuchamos pronunciar la famosa palabra “aceitada” lo que significaba conseguir favores a la empresa petrolera noruega Discover Petroleum Company. Pese a estar acusado de tráfico de influencia, cohecho pasivo propio y patrocinio ilegal, Químper se acogió a este beneficio apelando al Código Penal que establece que una persona mayor de 75 años queda fuera del caso. Así de simple. La edad lo salvó de la cárcel. La bendita prescripción alcanzó también al empresario dominicano Fortunato Canaán a quien se le imputaba los delitos de tráfico de influencias, cohecho activo genérico y negociación incompatible. Al final, sí fue un tremendo “faenón”. Las fallas del pésimo sistema judicial que tenemos son aprovechadas por aquellos que participaron en uno de los escándalos más sonados del segundo gobierno del Apra.