Mejorando el Código de Ética Parlamentario - I
por José Cevasco Piedra
Es cierto que bajo la tutela de la Constitución, los parlamentarios no tienen responsabilidad por los votos y opiniones que emiten en el ejercicio de sus funciones.
No obstante, muchas veces hemos visto como, algunos de ellos, por un exceso de emotividad o por ganar algunos segundos de exposición ante los medios de prensa, realizan acusaciones falsas o indocumentadas contra la imagen y la honra de las personas naturales o jurídicas, amparándose en el principio de la presunción de un delito, sin tomar en cuenta que también existe la presunción de inocencia.