Alfredo Palacios Dongo
Recientemente se han presentado dos escandalosos casos en el Ministerio de Cultura que han defraudado su misión de coadyuvar a la integración de todos los peruanos y afirmar nuestra identidad nacional. El primero es indignante y alevoso porque distorsiona nuestra historia, trata de la aberrante promoción de la Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios (Dafo) del Ministerio de Cultura para la proyección de un documental “Hugo Blanco, Río Profundo” que exalta la figura de este comunista, trotskista, terrorista y autoinculpado por el alevoso crimen de tres policías en Pucyura, Cusco. Dicho documental obtuvo un reconocimiento en el Ministerio de Cultura en agosto 2019 aprobando su proyección sigilosamente en el Cusco con proyecciones comunitarias para no llamar la atención, pero actualmente lo promueven con recursos públicos a nivel nacional invitando con afiches a toda la población, a instituciones, municipios, organizaciones indígenas, campesinas y estudiantiles, ofreciendo llevar el film a todas las regiones. Este documental con ideología comunista y apología terrorista debe ser inmediatamente retirado del Ministerio.