Por Germán Lench Cáceres*

La gran mayoría de proyectos de ley presentados por los parlamentarios que, según el artículo 75º del reglamento tienen fuerza de ley, presuponen la obligación de incluir en cada texto, el análisis costo-beneficio de la futura norma legal que se procederá a estudiar para luego ser aprobada. Lo que permitirá cuantificar los pros (beneficios) y contras (costos), como una manera de identificar a los beneficiados y a los perjudicados. Cabe señalar que este requisito sólo puede ser dispensado por motivos estrictamente excepcionales.

Irresponsablemente, y bajo el argumento de que la mayoría de las cooperativas del VRAEM son «lavadoras» de dinero del narcotráfico, se viene satanizando a todas las que operan en estas localidades. En realidad, debería especificarse que estas sospechas se enfocan en las de ahorro y crédito, más no en las de productores —que representan el mayor número de ellas — que cuentan, además, con el apoyo de DEVIDA para asegurar su sostenibilidad. El hecho de que operen en zonas sensibles a la producción y tráfico de drogas, no justifica las sospechas sobre ellas; sin embargo, el polvo levantado, las afecta sin excepción.

Como era previsible, los temblores empezaron a acechar al nuevo gobierno apenas días después del voto de confianza a su Gabinete. El Presidente de la República debe haber descubierto ya, que el nuevo «estilo» de comunicación con la gente —viajes, visitas y gestos que lo acercan a la gente de a pie—, tiene un techo muy bajo. Más bajo todavía, cuando desde su propio equipo, se hacen méritos para evidenciar su debilidad y su falta de norte en temas que son cruciales para el país, como lo demuestran dos hechos recientes.

Por Juan Carlos Valderrama

Cuando escuchamos por los medios televisivos hablar tanto sobre la palabra Castración nos da algo como de temor y sobrecogimiento pues las estadísticas que se conocen nos muestran que cada hora tenemos de tres a cuatro investigaciones sobre violencia sexual, entonces se presentan como muy fuertes para nuestros oídos y entendimiento que muchas personas tendrán que ser castigadas con la Cadena Perpetua.

Por Miguel Ángel Rodríguez Mackay

Llama la atención que la nueva directora de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP), María Emma Mannarelli, que recientemente inauguró la exposición bibliográfica “Memoria recuperada: Libros devueltos por Chile al Perú”, haya dicho en su discurso que ese acto “… señala un punto culminante de un largo proceso…”, con lo cual por los 5000 libros exhibidos acabó nuestro reclamo de los saqueados durante la guerra que Chile nos hizo. Junto a ello, es censurable que la nota de prensa de la BNP diga que “…se exhibe valioso material bibliográfico que se perdió durante la ocupación de Lima…” Pregunto: ¿Por qué se está renunciando a la recuperación de los más de 50 mil libros sustraídos durante la guerra? ¿Quién le ha autorizado a decir que ha culminado el reclamo peruano? ¿Por qué el comunicado de la BNP se refiere a los libros arrancados de nuestras bibliotecas como perdidos?