por Guillermo Olivera Díaz; Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Cuando ya se encontraban, el sábado 12-9-1992, 10 pm, en las oficinas de la DIRCOTE (Av. España, centro de Lima), los capturados en calle Varsovia 459, Los Sauces, Surquillo, Abimael Guzmán Reynoso y su pareja Elena Iparraguirre Revoredo, el general PNP Antonio Ketín Vidal Herrera, como director de esa unidad, llamó a Palacio de Gobierno para informar lo sucedido, pero sólo habló con uno de los edecanes de Alberto Fujimori ya que éste se encontraba de viaje de placer usual en Iquitos pescando tal vez paiches. De lejos, no intuyó ni soñó esta proeza antiterrorista. La sola vez que visitó el local DIRCOTE, con Kenyi, varios meses atrás, fue a visitar su museo, pues tenía la curiosidad lombrosiana de conocer de cerca las caras en foto de los avezados criminales; creía que la faz algo presagia y de paso con yerro diferenciarse.