¿Cuántos niños más deben morir para que Estados Unidos prohiba las armas de asalto?
Por Amy Goodman
Hemos superado la conmoción inicial que nos generó la reciente masacre con armas semiautomáticas, pero el dolor sigue creciendo. En la última semana se han celebrado funerales todos los días. No serán 27, sino 28 los funerales que se lleven a cabo, ya que el asesino de Newtown, Connecticut, Adam Lanza, se quitó la vida después de matar a su madre en su casa y, acto seguido, a 20 niños de entre seis y siete años de edad y seis mujeres que intentaron protegerlos en la Escuela Primaria Sandy Hook. Desde que el Presidente Barack Obama asumió el cargo han tenido lugar por lo menos 16 masacres colectivas, tras las cuales ha ofrecido lúgubres palabras de pésame e instado a la nación a sanar. Sin embargo, lo que realmente hace falta es establecer un control sobre la tenencia de armas, un control verdadero, como el que fue implementado en Australia rápidamente después de una matanza sin sentido perpetrada por otro hombre armado. Aquella masacre tuvo lugar en Port Arthur, Tasmania; el asesino era originario de New Town, un pueblo cercano.